Luego de la tragedia del minibus, siete de los jóvenes heridos tuvieron que pasar por otro momento complicado. Desde el accidente, en el Colorado, fueron llevados al hospital de Jáchal. Y desde allí empezaron a derivarlos al Rawson, por la gravedad de las heridas. Allí se desató otra desgracia: la lluvia cortó la ruta 40 y debieron ser movidos en una especie de posta entre las ambulancias y un Unimog de Gendarmería, ya que los ocho badenes que hay desde Tucunuco hasta Adrián Quiroga, quedaron intransitables por la creciente. El vehículo de Gendarmería demoró 3 horas para atravesar los 8 badenes que se extienden en unos 45 km de la ruta.

El jefe del Escuadrón 25 Carlos Guidolin, comentó que, luego de que los jóvenes accidentados fueron examinados en el Hospital San Roque, de Jáchal, los médicos decidieron derivar a las personas que se encontraban en estado crítico al hospital Rawson. Pero sólo una ambulancia logró llegar directamente a Capital. Alrededor de las 2.30, ocho badenes que abarcan un tramo de 45 km de la ruta 40, estaban anegados por la crecida que bajaba de los cerros. Por lo que el resto de las ambulancias se quedó en Talacasto por disposición de las autoridades de Gendarmería. Guidolin explicó que "los badenes tenían unos 80 cm de agua que bajaba de los cerros y acarreaba piedras, ramas de árboles y barro. Esto nos llevó a frenar las ambulancias para evitar más accidentes".

Para el traslado Gendarmería puso en la ruta camiones y Unimogs para abrir camino y pasar. Los siete heridos fueron movidos en camilla, desde las ambulancias hacia un Unimog de rescate. Según contó el jefe de Gendarmería, "en la punta iba un camión que pesa 7 toneladas y abría el camino. Detrás iba el Unimog con los heridos y después cuatro vehículos más por si el Unimog se quedaba".

La fila de vehículos demoró unas tres horas para cruzar todos los badenes. Luego el unimog llevó a cinco de los jóvenes hasta el hospital Rawson. Y los dos heridos más graves fueron traslados en una ambulancia que esperaba del otro lado del corte.

Recién alrededor de las 8, gente de Gendarmería y de Vialidad Nacional comenzaron a limpiar la calle y lograron dejar abierto un carril.