Es cierto, a la espectacular victoria sobre Italia la edificaron todos. Pero el partido, que había comenzado bien chivo para la Argentina, tuvo un click cuando entró David Páez. El Cachi le aportó el juego, la serenidad y la astucia necesaria para que el equipo de José cambiara el rumbo de la historia y le diera una paliza hockística a los Tanos. Terminó en un 7-2 demasiado expresivo.

Por eso el “Cantoni” -anoche repleto- se vistió de fiesta y celebró a full. Porque la Argentina dio una clase de juego asociado y, por sobre todo, de efectividad. Apoyado en la inmensa tarea que cumplió el Turco Kenan.
Así, en cuartos de final, la Argentina deberá verse las caras con Chile.

Anoche el partido largó demasiado chivo para los argentinos. Tanto que hasta la gente se quedó helada. Casi sin reacción para alentar. Estaba claro que Italia, además de meterse en un cuadrado chico, le marcaba celoso a los tiradores argentinos: Nalo García y Abalos. Todo se hizo más complicado desde los 4’. Es que Abalos tiró, la bocha dio en Orlandi y salió la contra rival. El menor de los Bertolucci (Mirko) no perdonó. Desde ese momento el desconcierto del equipo Albiceleste fue notorio. Descompensado y nervioso quedó demasiado expuesto a los rápidos contragolpes italianos. Todo cambió con un acierto ofensivo argentino. La movieron bien y Emanuel García quedó sin marcas para el remate. Lo aprovechó y la mandó a guardar. Entonces el alma les volvió al cuerpo a los argentinos. A todos. A los jugadores. Al público.
El partido se hizo de ida y vuelta. José mandó a la cancha a David (sacando a Abalos) y éste fue el generador para que el juego se hiciera más vivaz y sorpresivo. Nalo García, en el rebote de un penal, puso el 2-1, pero Mirko empató tras una avivada italiana. El primer tiempo se fue con un golazo de David, a huevo y corazón, que dejó el tablero 3-2.

El complemento fue distinto. Se hizo más lento y pensado. Pero la Argentina tomó las riendas y en un minuto goleador asestó tres pepas más y cerró toda chance para Italia. El resto, fue todo Albiceleste. Hasta llegar al 7-2.