La espera de casi dos horas no hizo más que aumentar la expectativa y la emoción que sintieron los miles de sanjuaninos que aclamaron cada una de las canciones del Rey Pelusa, durante la madrugada de ayer. Con un impecable traje negro y sus características gafas oscuras circulares apareció en el escenario mientras unas 15.000 personas decían “¡Pelusa!”, “¡Pelusa!”. Fue cuando el astro cordobés declaró “me van a hacer llorar y así no voy a poder seguir”.
El cantante confesó también que cada vez que pisa el escenario central del festejo sanjuanino le “tiemblan las piernas de la emoción” debido al enorme cariño que siente de parte de la gente. Así, jóvenes, niños y adultos vibraron, cantaron y bailaron con los clásicos del afamado músico tropical, incluso al compás de “temas compuestos en el siglo pasado”, según dijo el propio cantante. Entre ritmos latinos, fusionados con un poco de rock aportado por sus jóvenes músicos, el espectáculo cumplió y se basó en el “recuerdo y la nostalgia”, como expresó el exintegrante del grupo Chévere durante la introducción de una de sus canciones. El Rey Pelusa volvió a brillar y se vio suelto, desinhibido y con sus emociones a flor de piel en cada una de sus interpretaciones. El público local respondió de la mejor manera.
El astro cordobés, que vivió durante diez años en Estados Unidos antes de su resurgimiento, dio lugar a cada uno de sus jóvenes músicos.
Casi a las cuatro de la mañana, Pelusa bajó del escenario.
