Para aquellos que no son tan habitúes del hockey sobre patines y darles una real dimensión de lo que representa David Páez, bien vale una comparación con Juan Román Riquelme. El Cachi, a sus 40 años, es el factor desequilibrante. El jugador que sabe qué, cuándo y cómo hacer con la bocha. Tiene el don de la técnica para ejecutarlo correctamente, como hacía el ex-enganche de Boca. Ayer, en la final del Campeonato Argentino disputado en Mendoza contra Olimpia, dio muestras que su calidad no se extingue. Muy por el contrario, como hacía Riquelme en sus últimos años con los pantalones cortos, deleitó a todos los que observaron su jerarquía. El emblema del Azul, hermano de otro ‘prócer’ de este deporte como José Luis Páez, guió a su equipo a un nuevo título (NdeR: ganó el Oficial cerrando el 2015) y con sus tres goles superó 3-2 a un durísimo Olimpia.
“Estoy feliz porque Concepción volvió a ser campeón Argentino (hacía seis años que no ocurría). Me siento bien, contento dentro de una cancha y eso es lo importante. ¿El partido? Durísimo. Nos jugaron con todo, pero supimos bancar los momentos malos y lo ganamos como pretendíamos”, sostuvo David, en declaraciones a Radio de La Paz, con toda la alegría a flor de piel. Páez, bicampeón mundial con la selección Argentina durante su exitosa trayectoria, abrió el partido con un tanto suyo, pero los ‘turcos’ lo dieron vuelta con un duplicado de Gerónimo García, antes de finalizar la etapa inicial.
La historia venía torcida, pero Páez en apenas tres minutos del complemento (del 6 al 9) cambió todo, una vez más, para siempre. El final fue de aguante para los dirigidos por Miguel Belbruno y luego apareció el festejo de los de la Villa Mallea. “Me siento bien. Me cuido, sigo mi rutina y las lesiones no me están molestando más de la cuenta”, cerró Páez, el ‘señor hockey’ que a las cuatro décadas muestra que la calidad no se devalúa. ¿O alguién podría afirmar que Riquelme, con sus 37 abriles, no seguiría haciendo la diferencia en un campo de juego?
