El sobrepeso y más la obesidad, han aumentado considerablemente en el mundo y, contrariamente a lo que se suponía como una tendencia creciente observada en las naciones desarrolladas por efecto de las dietas desequilibradas y hábitos nocivos como el sedentarismo y otros imponderables asociados al ritmo de vida de nuestra época, el problema tiene alcance global.

Y es mucho más grave de lo que se supone, porque según lo revelan los resultados de una reciente investigación se debe prevenir incluso en regiones emergentes. Se trata del mayor estudio relacionado con la obesidad, con un resultado contundente: existe una clara relación entre el sobrepeso y los tumores malignos. La publicación de la revista británica The Lancet del jueves último, revela el seguimiento a cinco millones de personas obesas durante siete años, por parte de un equipo de especialistas, y se comprobó que esas condiciones físicas aumentan la posibilidad de desarrollar una decena de tipos de cáncer, incluyendo el de útero, el de vesícula biliar, de riñón, cervical, de hígado y el de colon.

En la investigación se controlaron en ese lapso los cambios en la salud de los millones de británicos de quienes se conocía su índice de masa corporal, es decir la relación que existe entre la altura y el peso del individuo. Un índice superior a 30 es considerado como una señal de obesidad en un adulto y en el caso de un índice entre 25 y 30, se establece un sobrepeso riesgoso.

Por otra parte, las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecen que el cáncer es una de las primeras causas de muerte a nivel mundial y en las estadísticas del organismo de 2012 se le atribuyeron 8,2 millones de decesos por esa causa. La entidad de las Naciones Unidas concluyó que los cánceres que causan un mayor número anual de muertes son los de pulmón, hígado, estómago, colon y mama. Y cada uno atribuibles a desórdenes físicos, entre los que se encuentran la obesidad y el sobrepeso.

Estamos ante otro factor creciente de desequilibrio en materia de salud pública, que alcanza a casi un tercio de la población mundial por lo que se hace necesario mantener un peso saludable para reducir el riesgo de padecer cáncer y la mejor manera de lograrlo es con una dieta sana y balanceada, y haciendo ejercicio en forma regular.