Venía arrasando con todo. Ganó el clásico ante Racing Club, superó a River Plate. Hace dos fechas atrás estaba puntero cómodo. Pero la derrota ante Gimnasia y ésta ante San Lorenzo (1-0) dejó preocupación y un signo de preguntas en Independiente. Este fue otro tropezón, que le quitó el invicto de local, y si Argentinos y Godoy Cruz ganan sus partidos mañana, ambos quedará como únicos líderes del torneo, desplazando la ilusión del Rojo, que se quedó sin el pan y sin la torta…
El paraguayo Nelson Benítez determinó la victoria del club de Boedo con un gol de cabeza. De esta manera el Ciclón va saliendo a flote de la crisis y cortó la sequía de seis partidos sin ganar, de los cuales 5 fueron derrotas. La última alegría del equipo de Boedo había sido ante Chacarita por 3-1 de local.
Con esta caída, Independiente se mantiene en la punta con 27 puntos, seguido por Godoy Cruz de Mendoza y Argentinos (25), que todavía no jugaron su partido de la 14ta. fecha.
San Lorenzo superó a su rival en el primer tiempo con un fútbol prolijo, sustentado en la buena tarea de su mediocampo, tanto en el aspecto defensivo como en el ofensivo.
A los 8 minutos el equipo de Boedo logró la apertura del marcador cuando Benítez conectó un cabezazo cruzado a la red luego de un corner lanzado desde la derecha por Alejandro Gómez.
La supremacía local fue clara y disimuló la enorme distancia que hay entre los equipos que la tabla de posiciones.
Independiente exhibió un juego opaco, impreciso, con sus líneas inconexas, sin los argumentos que lo llevaron a la cima de la tabla. Es más un fútbol desconocido, no aquel de las primeras fechas.
El segundo tiempo tuvo otro tono. El equipo de Avellaneda, obligado por el resultado, mostró un perfil más agresivo, aunque no siempre criterioso. Con ese objetivo, el entrenador Américo Gallego ordenó los ingresos de Ignacio Piatti y Patricio Rodríguez para apuntalar al alicaído mediocampo "rojo".
Si bien el local buscó el empate, careció de argumentos sólidos y San Lorenzo pudo aumentar su ventaja de contraataque como, por caso, cuando Salvador Reynoso estrelló un remate en el travesaño desde la puerta del área, a los 35".
El resultado, justo en el balance, interpela en forma crítica las aspiraciones de Independiente, que tropezó feo de local.