El presidente de la empresa nacional ARSAT, Matías Bianchi, informó que a partir de ayer el primer satélite argentino de comunicaciones, el ARSAT-1, alcanzó un nuevo hito en su debut mundial y se comanda íntegramente desde Argentina, por lo que suspende el contacto con otras antenas ubicadas en distintos países y usadas para alcanzar su órbita a 36.000 Km de la Tierra. ‘Cada paso es importantísimo y emocionante, porque se viene cumpliendo con éxito como estaba planeado. Ayer (por el domingo) se realizó la quinta maniobra de puesta en órbita, hoy se deja de usar la red de antenas usadas desde el despegue del 16 de octubre, y comienza el comando exclusivo desde la Estación Terrena Benavídez de ARSAT’, explicó Bianchi ayer. La puesta en órbita se hizo en cinco maniobras desde las diferentes antenas -entre las que también estuvo la de ARSAT en Benavídez-, que recibían datos y enviaban órdenes a una antena independiente del satélite, distinta a las que se habilitarán para el servicio. Banchi señaló que el satélite ‘desplegará hoy las antenas principales y los paneles solares, y que en breve comenzarán los testeos de su carga útil, con las primeras transmisiones televisivas, de telefonía IP, tráfico de datos y otros usos que forman parte del servicio’.