Un tsunami de sensaciones. Con un derroche de desprejuicio pocas veces visto en un espectáculo público, los novecientos cincuenta sanjuaninos que asistieron el viernes pasado al Teatro Municipal (ex Cine San Juan) se convirtieron en los comensales "de luxe" de la bacanal de escenas bizarras no apta para cardíacos que propuso Moria Casán, como plato principal de su renovado "What pass y +". Para sorpresa de la diva, fue la platea la que dio la nota en medio de una fauna de vedettes, streapers y bailarines que subió a escena en dos funciones -la primera a las 22.40 con 530 espectadores y la otra a la 1.45 con la presencia de 430-.
Hombres y mujeres, solos o en parejas; todos por igual poblaron el escenario de Moria. Con sus anécdotas, juegos picarescos y ocurrencias bien subiditas de tono; el público se convirtió también en protagonista de de ese cabaret de imágenes que Moria subió a escena camuflado bajo el traje de un moderno "restó".
Lejos de la crisis económica, la epidemia de dengue y la posible pandemia de gripe porcina; el sanjuanino se sacudió las preocupaciones en la vereda, para destilar euforia y desinhibición dentro de la sala.
Fuera bailando de la mano de una sexy bailarina con escasa ropa, jugando con su pareja a hacer poses eróticas, divirtiéndose con los consejos de seducción de Moria, comiendo un "apetaiser" del cuerpo de algún streaper o cayendo ante el carisma del periodista de espectáculos Luis Ventura; todo lo que el menú ofrecía, fue saboreado por los espectadores. Y así, la platea terminó devorándose a las estrellas con su protagonismo, tanto que lo que debía durar una hora y media terminó extendiéndose por mucho más de dos horas.
"¡¿What pass San Juan?!", preguntó y exclamó Moria en su rol de show-woman -siempre asistida de cerca por Charly G, coreógrafo de Showmatch- mientras subía y bajaba del escenario con su troupe de grotescos personajes, absorta por la insólita energía de los invitados a su festín.
