Lugar del circuito: salida de la curva Juan María Traverso. Número de vuelta: 27, a sólo cuatro del final de la prueba. Contexto de la carrera: el sanjuanino Henry Martín ubicado 18vo. y buscando el sobrepaso del mendocino Ivo Perabo. Ese resultó el cuadro de situación exacto para la acción que paralizó el corazón de todos en El Zonda-Eduardo Copello ayer pasado el mediodía. Es que Perabo dejó atrás la mencionada bajada del puente y cuando debía encarar la recta opuesta, un manchón de aceite en el suelo provocó su inesperado despiste. Martín que venía atrás a menos de dos segundos y aproximadamente a 170 km/h, no llegó a ver la salida de pista de su colega por la tierra que se levantó en ese momento y mucho menos que quedó parado justo en el medio de la pista. La consecuencia inevitable fue un palo de lleno del Mondeo de Henry contra la parte trasera del Passat de Perabo. La incertidumbre reinó por unos cuantos segundos en El Zonda y más aún con las imágenes impresionantes de los plásticos destruidos y el neumático derecho delantero del auto número 58 de Martín tirado a un costado de la pista. La imagen de aquel choque también protagonizado por Henry (en ese caso junto a Fabián Flaque) que pudo terminar en desgracia, de hace sólo cuatro años y apenas 900 metros más adelante, se vinieron a la mente de todos. De aquellos que miraban al accidente por televisión y de los 1.500 espectadores que estuvieron en la Quebrada Rugiente. Por suerte, no hubo que lamentar más que ciertos raspones de los protagonistas. Martín salió por sus propios medios de su auto un par de minutos tras el impacto y Perabo también lo hizo, aunque un tiempo después. Más que nada por precaución, ambos fueron trasladados a un hospital céntrico para ser revisados pero no pasó de eso.
El choque de Henry fue lo que, por desgracia, rompió la monotonía de una prueba ganada de punta a punta por Agustín Canapino, quien faltando dos fechas para el final de la temporada es serio candidato a retener la corona.
Martín cerró así un fin de semana más que complicado en El Zonda. El accidente fue el punto final de una serie de problemas que comenzaron el viernes con el auto andando muy por debajo del nivel esperado. Un dato: en la recta perdía un segundo por vuelta. El sábado lo mejoró con una notable vuelta de clasificación final que le permitió meterse, incluso para sorpresa del mismísimo campeón de TC 2000 en 1997, en el Super Sprint de ayer por la mañana. En esa prueba de seis vueltas pasó de largar último a culminar decimosegundo. “La verdad que vamos mejor de lo esperado. Sabemos que el motor no puede competir con los de punta, pero igual es positivo los puestos que avanzamos”, contó antes de arrancar en la final. La partida lejos estuvo de ser la ideal para el piloto del Tauro Guidi Team pues al primer giro se encontraba 18. De ahí hasta el palo en la vuelta 27 anduvo peleando con Perabo, Marcos Di Palma y Ariel Pacho, entre otros, para ganar posiciones. Estaba redondeando una tarea aceptable teniendo en cuenta el contexto del fin de semana y demostrando que perdura el oficio en sus muñecas. Pero el despiste de Perabo cambió los planes y así Henry cerró un domingo con un susto difícil de olvidar.
