Sin duda constituye un valor decorativo importante en el espacio exterior, da marco no solo a la casa sino también a canteros, árboles, arbusto, flores, etc. Es la alfombra del jardín en primavera – verano, donde permite realizar múltiples actividades. Proporciona una base suave y blanda con el fin de que se convierta en espacio acogedor y zona para el juego de los más pequeños. Además contribuye con la sensación térmica, aportando fresco y oxigeno, sobretodo en San Juan. No obstante, de ser el elemento que menos atención le pasamos, a pesar de su gran utilidad, no requiere de una excesiva atención.

La importancia radica en que siempre que sembramos de cero, queremos un césped para siempre y que el mismo tenga buena sanidad y un color verde intenso. Para que el cometido tenga un resultado positivo es bueno seguir los consejos que se dan a continuación.

Cuidado del césped en primavera

Esta estación es la más propicia para dar con el buen mantenimiento del mismo. Es el momento exacto para sembrar, resembrar, airear, fertilizar y comenzar a regar, siempre teniendo en cuenta el clima reinante en cada lugar. Esta guía ayuda a tomar nota para realizar un buen trabajo de mantenimiento.

Airear el césped

Es una de las principales tareas de época. Con pinchos se remueve pequeños tapones de tierra. Mejora la penetración del agua y de los nutrientes, aumenta la cantidad de aire que llega a las raíces y ayuda a reducir el bálago (ver a continuación). Puede contratar un servicio para airear el césped o arrendar un aireador en una tienda local y hacerlo usted mismo con la herramienta adecuada.

Remueva el bálago

El bálago es una capa densa de materia orgánica que se forma entre las hojas y las raíces del césped. Si llega a ser de más de 1,5 cm de grosor, impide que el aire, el agua y los nutrientes alcancen las raíces y el césped comienza a deteriorarse. Usted sabrá que el césped tiene bálago cuando al caminar sobre él tenga la sensación de estar sobre un colchón esponjoso, o cuando al encender los regadores automáticos, el agua corra al desagüe en vez de ser absorbida. También podrá descubrir el bálago cortando un trozo del césped con una pala y examinarlo entre las hojas y raíces. Si el área cubierta de césped es pequeña, quizá pueda remover el bálago con un rastrillo. Compruebe que los regadores automáticos funcionen bien. Si tiene un sistema automático de riego, enciéndalo y compruebe que funcione sin problemas. Asegúrese de ajustar los regadores automáticos debidamente para que el césped se riegue uniformemente y no se desperdicie agua. Repare o reemplace los cabezales dañados de los regadores.

Controle la maleza

La maleza compite con el pasto para absorber agua y nutrientes y hacer que su césped se vea terrible. Un césped bien cuidado y vigoroso resistirá las invasiones de malezas, pero si tiene problemas, es mejor retirar la maleza a mano que con algún herbicida que pueda ocasionar daños en las otras especies. Alguna de ellas son, el diente de león, el trébol, entre otras.