Un sacerdote amigo le enseñó las primeras armas en la computación y Gustavo D’Apice (57) se prendió de tal manera con la informática, que hoy pasa varias horas al día en una habitación con dos PC, una netbook, una TV y varios chiches tecnológicos más. Gustavo se hizo amigo de las nuevas tecnologías y decidió usarlas para difundir el Evangelio, al punto que da cursos de espiritualidad por Internet, publica mensajes y artículos en varios sitios web, comenta su actividad en casi todas las redes sociales y hasta tiene un programa de TV.

D’Apice es un profesor de teología graduado en la Pontificia Universidad Católica Argentina, da clases en la Universidad Católica de Cuyo y hasta hace un año también lo hacía en el Instituto de Teología que depende del Arzobispado. "A los cursos de espiritualidad por Internet comencé a darlos hace un par de años y nacieron porque mucha gente no podía asistir. El sistema es simple: envío los escritos en archivos Word, las imágenes en formato Power Point y, si es necesario, audios en MP3, mientras que a las consultas las recibo por mail, por mensaje de texto o teléfono. En el primer curso se inscribieron dos personas por Internet, ahora rondan los 15 ó 20 y tuve gente de España y Puerto Rico", contó Gustavo.

D’Apice publica sus artículos y reflexiones en portales católicos de México y Miami, en distintos sitios del tipo blog y en redes sociales como Facebook, Twiter o Sónico. Además, durante varios años tuvo un programa en una radio católica y actualmente conduce Dialogando, un envío semanal que se emite por Canal 4.

"Usar Internet para evangelizar, para predicar, es aggionarse a los tiempos. Yo soy católico, tengo amigos curas y una relación de diálogo con monseñor Delgado, pero creo que la Iglesia debe salir de las cuatro paredes. Y la web, la radio y la TV son buenas herramientas para hacerlo", dijo Gustavo, quien agregó que tiene la venia del Arzobispado para ejercer esta actividad. "Eso sí, para los cursos presenciales o semi presenciales, que se dan a la par de la web, debo estar en comunión con el sacerdote de la parroquia donde lo dicto", aclaró.

D’Apice nació en Buenos Aires, pero hace 10 años llegó a San Juan ayudando a los Vocacionistas de Marquesado. Y nunca más volvió a su Banfield natal. Su casa está llena de libros (además de teólogo, es profesor de Filosofía, Ciencias de la Educación y de Arte Musical) de biblias, cuadros con santos, discos compactos y varios aparatos tecnológicos.

"En otras partes del mundo y en algunas diócesis argentinas, difundir la palabra de Dios por la web es común. No conozco en San Juan una persona que haga lo mismo que yo, ya que mantenerse actualizado lleva su tiempo, pero creo que pronto vamos a ser más", cerró.