La amistad es uno de los valores que más destacan tanto los entrenadores como los juveniles, que incluso retomaron esta actividad después de haber transitado por otros deportes. Alvarez, de Jockey, dice que “más allá de la parte deportiva se crea un grupo de amistad para toda la vida. De mi camada, solo quedan jugando dos, sin embargo nos juntamos al menos una vez al mes y el nexo siempre sigue”. “El rugby es una filosofía de vida”, dice Batezatti de San Juan Rugby y lo repiten otros técnicos. Este concepto se logra en el llamado Tercer Tiempo, que es donde se liman asperezas y se deja de lado cualquier tipo de enfrentamiento que pudiera haber surgido en la cancha. Este tiempo sirve para confraternizar y convertirse en un rugbier para toda la vida.
