Buenos Airs, 30 de julio.- El poderoso terremoto que sacudió Chile el 27 febrero pasado liberó la mayor parte de la tensión acumulada durante casi 200 años a lo largo de una falla donde chocan dos placas tectónicas; por lo tanto, es poco probable que ocurra un sismo de similar intensidad en esa región en el futuro cercano, según un estudio publicado en la revista Science.
El sismo chileno que dejó 521 muertos y daños por US$30.000 millones, que fue el quinto más poderoso de cuantos se han registrado en el mundo, abrió una ruptura en el suelo visible a lo largo de 500 kilómetros de la costa, afirma la investigación.
Especialistas de Chile, Francia y Alemania dirigidos por el geólogo de la Universidad de Chile Marcelo Farías llegaron a esas conclusiones después de medir cuánto se había desplazado la tierra en 24 sitios a lo largo de la costa de Chile continental y en nueve estuarios.
Los científicos observaron que los desplazamientos verticales del suelo fueron el resultado de la liberación de la elasticidad acumulada entre las placas tectónicas desde el terremoto ocurrido en Concepción en febrero de 1835.
Elevaciones y hundimientos. El sismo de 7,8 grados de magnitud en la escala de Richter empujó hacia arriba los terrenos costeros hasta 2,5 metros y hundió las zonas interiores, cambiando la línea de costa hacia el mar, según el estudio. Los efectos en las tierras costeras fueron variados, con un levantamiento del suelo en el sur y un hundimiento en el norte.
"El levantamiento más grande de hasta 2,5 metros ocurrió en la península de Arauco donde emergieron plataformas marinas que movieron la línea costera medio kilómetro hacia el océano", señala la investigación.
Esa elevación fue cercana al punto frente a la costa chilena donde chocan las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, aseguró Farías. Los mayores aumentos en el nivel del suelo fueron en la Península de Arauco, que sobresale en el mar al sur de Concepción (la segunda ciudad chilena unos 425 kilómetros al sur de Santiago), cerca del epicentro del terremoto.
El descubrimiento ayudará a los geólogos y sismólogos a entender mejor las causas de los grandes terremotos.
Como le explicó a BBC Mundo el doctor Luis Rivera, profesor de Sismología de la Universidad de Estrasburgo y director adjunto del Instituto de Física de la Tierra en la misma ciudad, en Francia, un aspecto fundamental para poder hacer una predicción en cualquier disciplina es la comprensión de los fenómenos involucrados.
