Ischigualasto en voz quechua significa "sitio donde se posa la luna" y de ahí deviene el nombre del "Valle de la Luna".
Esta extraña formación arcillosa, con gran variedad de tonalidades, formas y desniveles, con multifranjas de minerales y sedimentos, permite espiar la evolución de la Tierra en el período Triásico. Cabe aclarar que el tiempo transcurrido desde el momento de la formación del planeta hasta nuestros días fue dividido en "eras" y "períodos", tal como nosotros dividimos nuestro tiempo en años y días. El Triásico es el primer período de la era Mesozoica, que va desde los 250 a los 200 millones de años. En ese entonces todos los continentes estaban unidos en un solo mega continente, llamado Pangea. En el Triásico, en el borde occidental del Pangea, se desarrollaron valles en los que se acumularon sedimentos mezclados con los restos de animales y plantas que allí vivieron. Tal como si guardáramos en un cofre recuerdos de cuando éramos niños, Ischigualasto guardó recuerdos de esos tiempos. Millones de años después, los distintos movimientos y choques de las placas tectónicas expusieron esos valles que habían quedado cubiertos por miles de metros de roca más joven; tal como si ahora abriéramos un cofre de recuerdos, la cuenca de Ischigualasto cuenta la historia de lo que pasó en ese entonces en la Tierra.
Nadie hubiera pensado que un inmenso lago rodeado de frondosa vegetación, donde crecía una gran variedad de especies y prosperaba la reproducción de cualquier cantidad de animales, hoy es un desierto con muy pocas lluvias, fuertes vientos y altas temperaturas. Por suerte, no todo ha desaparecido; las huellas de un antepasado se descubren paso a paso. Vestigios de vida vegetal y animal afloran desde el suelo y nos permiten conocer y estudiar el origen de la vida en este planeta.
La combinación de la erosión del agua y el viento talla día a día diversas siluetas, en que el hombre busca significados comparándolas con aquellas cosas que conoce.
El trabajo constante de la erosión sobre las capas arcillosas descubre restos fosilizados de vertebrados y de flora de la era Secundaria, lo cual lo convierte en uno de los yacimientos paleontológicos más importantes del mundo. De hecho, fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Los conocidos dinosaurios, una amplia variedad de reptiles y también árboles petrificados son descubiertos en forma intacta, debido a un factor fundamental para su conservación en Ischigualasto.
Cómo llegar
Situado a unos 273 kilómetros al este de la capital sanjuanina, encontramos el Parque provincial Ischigualasto, más conocido como Valle de la Luna.
Para llegar, se puede tomar el camino más corto desde San Juan Capital, que es comenzando por la ruta 40 hacia el norte, hasta la localidad de Huaco, y desde Huaco por la ruta 150 hasta el Valle de la Luna.
Este tramo de la ruta 150 tiene varios túneles y puentes y fue inaugurado en Octubre de 2014, y es una de las formas más pintorescas de llegar hasta este hermoso lugar.
Servicios de Parque en Semana Santa
Una vez que te hayas dentro del Parque tienes todos los servicios para el turista. El lugar cuenta con servicio de WiFi, sanitarios, confitería (abierta desde las 7hs), donde se puede desayunar, almorzar y cenar, los días de luna llena. Aquí el ingreso es cada media hora. El resto de los días está abierto al público desde las 9hs. hasta las 17hs y el ingreso es cada 1 hora. Guías especializados para hacer el recorrido y contar sobre los distintos aspectos del parque en forma permanente. Show de baile, degustación de vinos y música clásica en vivo.
Área comercial de artesanos de la zona de valle Fértil, para comprar recuerdos de las geoformas, tanto en cerámica, piedra o madera. Dulces artesanales, entre otros.
Teléfonos del Parque Ischigualasto: 4305931 / 4305945
No te podes perder…
En el transcurrir del paseo por el sendero vehicular podrán observar formaciones como: "El gusano", "Valle Pintado", "La Esfinge", "La cancha de bochas", "El Submarino", "El Hongo" y las "Barrancas coloradas". El paisaje que se presenta es maravilloso y deja sin aliento a distintos turistas de todas partes del mundo que se acercan a San Juan para apreciar esta perla pre-histórica.
La formación del "Valle Pintado"
Se debió a caudalosas lluvias que inundaban las llanuras formando gran cantidad de barro. El fango sepultaba en su vertiginoso pasar animales y plantas protegiéndolos de la descomposición provocada por el aire de la atmósfera. Hoy este paraje presenta un paisaje lunar indescriptible y de aquí también surge el nombre con el que se conoce el parque.
"La cancha de bochas"
Este sitio presenta distintas esferas perfectamente pulidas del mismo material que contiene el suelo, posadas sobre una superficie sumamente plana, donde no se explica demasiado el fenómeno de su formación. Parece ser que por atracción molecular se agruparon distintas partículas de sedimento, lo cual generó estas bochas. Sólo se pueden observar, no hay que tocarlas.
Centro de interpretación
Este espacio lo desarrolló el Museo de Ciencias Naturales, perteneciente a la Universidad Nacional de San Juan, allí se puede apreciar distintos restos fósiles de los dinosaurios que se hallaron en el parque, en especial el del Herrerasaurus Ischigualestensis, considerado el dinosaurio más primitivo conocido en el mundo. También cuenta con un telescopio para los días de Luna Llena realizar el avistaje nocturno de las estrellas. Recomendamos no perderse esta visita, guiada por estudiantes capacitados para tal fin.
