Buenos Aires, 18 de mayo.- Un caso policial tomó una enorme relevancia en las últimas horas, luego de que se hiciera público que la víctima, pese a su grave estado de salud, no acepta recibir una transfusión de sangre porque es testigo de Jehová y esa religión prohíbe esta práctica; así lo dejó establecido a través de un documento que firmó hace cuatro años.
Este tema fue noticia durante toda la jornada de hoy, pero ahora la novedad es que el padre de Albarracín, que sentó postura en contra de la voluntad de su hijo y lucha para que le realicen la transfusión, contó que su hijo "se despertó, le hablamos y nos contestó un par de preguntas. Mueve la cabeza hacia arriba y hacia los costados. Estuvo con mi señora y con un amigo nuestro".
De inmediato, el padre de la víctima consideró: "Es un milagro… Debe ser por tanta gente que rezó y lo ayudó. Siempre pensábamos que esto iba a suceder, pero no imaginábamos que sería tan pronto".
De todos modos, Jorge Albarracini reafirmó que su hijo necesita la transfusión, "ahora más que antes". Para fundamentar su sentencia, habló del cuadro clínico del joven.
"El cuadro clínico evoluciona, pero la transfusión es necesaria para una mejor calidad de vida. La meningitis está controlada pero tiene la hemoglobina y el hematocrito en niveles bajos", detalló Jorge.
Pablo Albarracini, de 38 años, se encuentra internado desde el 4 de mayo en la Clínica Bazterrica. Ese día, ingresó con con pérdida de masa encefálica y un balazo en su ojo izquierdo. Desde ese momento los médicos indicaron una transfusión urgente de glóbulos rojos y eso desencadenó una disputa familiar: la mujer de la víctima se opone a la transfusión, pero el padre ya dejó en claro que no abandonará a su hijo por una religión.
