Ya se disputaron dos tercios de la temporada de Moto GP, la categoría más importante del Mundial de Motociclismo, y la casi impensada victoria de Valentino Rossi, que lo regresó al liderazgo del campeonato, sentenció prácticamente que la lucha por el título de campeón lo disputará con su compañero de equipo, Jorge Lorenzo, escolta a 12 puntos en las posiciones.
Aun cuando restan 6 carreras en el calendario, el tercero del campeonato, el actual bicampeón Marc Márquez, está a 77 lejanas unidades.
Así es como la pulseada mayor será entre los pilotos oficiales de Yamaha, con todos los condimentos que eso asegura.
Rossi volvió a la punta del campeonato ganando su cuarta carrera del año (y la primera vez en Silverstone), apelando a toda su experiencia para aprovechar al máximo los factores a favor que surgieron en la final (la lluvia provocó que Lorenzo tuviese por segunda vez problemas con su casco que le costaron puntos) luego de una clasificación que lo mostraban lejos de la pelea principal. Así, el italiano de 36 años buscará su 7mo título en la categoría y el 1ro de esta década, tras la última conquista en 2009.
Será frente al compañero de equipo y a un adversario notable. El español Lorenzo, campeón en 2010 y 2012, es el más ganador de la temporada, con 5 triunfos y si no es líder es por la regularidad de “El Doctor” italiano, quien no se bajó del podio en las 12 carreras ya disputadas.
Luego de 2 años que tuvo como vencedor a un “joven maravilla” como Marquez, la particularidad de esta definición apunta a un viejo lobo buscando una nueva coronación. Hasta la prensa española le rinde reconocimiento. El diario Marca tituló “Al saber le llaman suerte” para luego agregar que Rossi logró que “momentos delicados se convirtieran en golpes de fortuna”.
El jefe del equipo, Lin Harvis señaló que este triunfo significó para el italiano “su regreso psicológico a la competición”. Hay antesala de una gran definición.
