Entre amigos. En Nicolás Naranjo hizo blanco el afecto de todos los vecinos de La Bebida.

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Dijo que tenía ‘un compromiso’ consigo mismo en ganar esta carrera porque se disputaba en su pueblo y porque quería regalarles a sus vecinos una victoria. Después de consolidar su dominio, con dos terceros puestos de etapas, Nicolás Naranjo dejó traslucir su emoción. ‘Estoy muy contento. Me hace feliz regalarle este triunfo a la gente que me ha visto crecer’, afirmó con una sonrisa de oreja a oreja, mientras recibía el enésimo abrazo, con beso incluido, de amigos, familiares y vecinos que se sintieron identificados con ese ciclista que hace de la humildad un culto y que vaya a donde vaya, corra donde corra, nunca olvida sus raíces.

Consultado sobre como vivió la última etapa y si pensó en algún momento que corría peligro su triunfo, Naranjo, con la sinceridad que lo caracteriza y sin una pizca de soberbia, confió: ‘sinceramente no se me pasó nunca por la cabeza’.

Luego explicó en que apoyaba su confianza: ‘yo me siento muy bien, muy firme y el equipo está muy sólido. Este triunfo es de todo el equipo’.

Otra, de las tantas, sonrisas que se dibujaron en su rostro, iluminó su cara cuando se le refrescó el refrán que dice que ‘los años comienzan como terminan’. ‘¡Ojalá!’, contestó, para luego agregar: ‘sería muy lindo poder seguir con esta racha positiva pero todos sabemos que la cosa se irá poniendo más difícil a medida que todos los equipos rivales vayan encontrando su mejor forma física’.

Sobre el embalaje que definió el tercer capítulo de la carrera, Nico contó que su esfuerzo era apoyar a Mauro Richeze, para que bonificara con diez segundos así pegaba un salto en la general. ‘La idea era ayudar a Mauro, no se que pasó, pero no pudo embalar tranquilo (NR: fuentes de la Agrupación Virgen de Fátima dijeron que Tivani no mantuvo su línea y lo encerró), por eso le di con todo y pude entrar tercero’, culminó.

Me hace feliz regalarle este triunfo a la gente que me ha visto crecer

Nicolás Naranjo – Agrup. Virgen de Fátima