Una habitación del hotel de Punta Arenas, en el extremo Sur de Chile, fue el mejor refugio que encontraron para despuntar el placer de jugar al truco. Entre mentira y mentira, muchos gestos, risas y cartas que iban y venían, este juego sirvió para descomprimir la ansiedad que tenían los muchachos. Es que el contingente de 25 excombatientes sanjuaninos que partió a Malvinas tenía que estar en las Islas el sábado pasado. Pero por razones climáticas esto no sucedió. Ahora, desde el aeropuerto chileno informaron que el vuelo partirá hoy por la mañana, para que hoy mismo llegue el contingente, del que participa DIARIO DE CUYO.
La partida de truco se armó durante el almuerzo. En principio habían pensado en jugar al fútbol pero la llovizna intermitente les jugó una mala pasada. Por eso, la mejor opción fue el truco. En la mesa del bar armaron los equipos de la primera ronda. El ministro de Gobierno, Emilio Baistrocchi, hizo pareja con el excombatiente Rodolfo Cordiglia, y José Rivero acompañó a Juan Morrone. Así, entre la cama, los sillones y el equipaje que había en la habitación improvisaron todo.
‘Adelante del ministro no podemos mentir‘, dijo entre risas Morrone, mientras su compañero, Rivero, aprovechó la distracción para hacer las señas de las cartas que tenía en la mano. Lo que se buscó con esto, e incluso por recomendación del médico que acompaña al contingente, Sebastián Varea, fue despejar la mente de los hombres que vienen acumulando ansiedad desde el sábado pasado y cansancio físico desde el martes, cuando iniciaron la travesía desde San Juan en colectivo.
Los veteranos se conocen bien a la hora de jugar al truco. Por lo que en el partido de ayer sacaron inmediatamente la ficha a sus contrincantes. El novato del grupo fue Baistrocchi, aunque noches anteriores también se había animado a participar de una partida junto a Elena Peletier, al frente de Relaciones Institucionales, que también participa del contingente histórico que busca saldar una deuda con los excombatientes sanjuaninos, que están haciendo todo lo posible para regresar a Malvinas 34 años después del conflicto bélico.
El truco funciona como un remedio para la ansiedad, ideal para combatir la espera, para cambiar de humor, reírse un rato y descargar energías. Los excombatientes tienen bien claro el juego. Algunos se transforman con las cartas en las manos y las cargadas, los desafíos y las carcajadas. Durante tres días y medio que duró el viaje en colectivo, este juego fue un soporte emocional. Por momentos los invadió el recuerdo oscuro, por otros, la ansiedad de llegar. Entonces aparecían los naipes y el resto del mundo se esfumaba.
En el colectivo, las conservadoras sirvieron de mesa y hubo instantes en el que se jugaban dos partidos de forma simultánea. Uno adelante del vehículo y otro, detrás. Allí había libertad absoluta para jugar. No había horarios y los ganadores competían con nuevos contrincantes. En el hotel, la cosa fue más estricta ya que no había un lugar, como una sala o el hall donde se pudiese jugar. Pero el truco hasta afila el ingenio y no faltaron las habitaciones del hotel que se convirtieron en centros de reunión.
Ayer por la tarde, la esperanza volvió a colorear los rostros de los veteranos. Desde el sábado que cuesta reír, entusiasmarse o hacer un chiste. El clima en Malvinas pasó a ser un fantasma nefasto que impide que un sueño se cumpla. Pero el último pronóstico es alentador. Si todo sigue así, la idea es partir al aeropuerto hoy a las 5. Se estima que el vuelo saldrá a las 7.40, para llegar a las Islas después de las 9. Todavía no se sabe cómo se reprogramará la estadía que en principio estaba pensada para 8 días y ahora será de 5.
Los 25 veteranos podrán cerrar una etapa negra al llegar a las Islas. Por eso la noticia de la suspensión de los vuelos cayó como un balde de agua fría. Las primeras horas los desmotivó, pero luego comenzaron a tomar fuerza. Se trata de un grupo especial. No es un contingente que va a hacer turismo. Saben lo que es trabajar en equipo y se apuntalan, ponen los puntos sobre la íes, tienen reuniones internas donde bajan línea, y salen a la calle juntos. Como una cofradía unida por el dolor y ahora por las ganas de cumplir el sueño de volver a pisar las Islas luego de 34 años de ocurrido el conflicto.
La idea es que el grupo pase allí el 2 de abril. Si esto sucede será la primera vez que una delegación argentina de excombatientes está en esa fecha en las Malvinas, luego de la guerra. Luego emprenderán el regreso a casa, donde están sus familias que los esperan ansiosas.
