La división departamental de nuestra provincia transitó por varias etapas o leyes. Una de estas últimas es la que se promulgó en agosto de 1908, por la cual se llamó departamento Sarmiento -en honor al Maestro de América- a un amplio espacio territorial situado al sur de la provincia, dentro de la zona de influencia de nuestro río. Era en ese entonces presidente de la república José Figueroa Alcorta y gobernador de San Juan el Coronel Carlos Sarmiento, lo que llevó a creer erróneamente que el nombre elegido se relacionaba con su figura. Su primer intendente fue don Juan Antonio Quiroga, según datos de la Dirección de Cultura del municipio. Hablar de este atractivo departamento en pocas letras, es dejar de lados muchos de sus aspectos, razón que el lector sabrá comprender. El sitio posee pintorescas localidades, algunas de ellas evocan antiguas historias cotidianas, otras relacionadas con la historia de la patria grande. En este último sentido, recordemos que esta zona fue uno de los últimos reductos de los huarpes, quienes se refugiaron en las lagunas de Guanacache de la conquista española. De esta manera, según el profesor Daniel Illanes, ‘se mimetizaron con el paisaje’. Además este espacio fue el escenario de las aventuras de personajes legendarios como Martina Chapanay y Santos Guayama. Otro hito fue la llegada del ferrocarril, a fines del Siglo XIX, que trajo prosperidad a la zona, hubo y hay estaciones emblemáticas, como Retamito y Cañada Honda. También históricamente podemos apuntar que antiguamente fueron famosas las explotaciones agrícola-ganaderas, basada en los alfalfales, sustento de la industria lechera. Del mismo modo en Sarmiento, fue donde el Dr. Federico Cantoni erigió la célebre ‘Azucarera de Cuyo’, esto es elaborar azúcar de remolacha, pero luego de un tiempo, por presiones de los azucareros tucumanos, la fábrica terminó sus días. Otra vertiente histórica está dada por los pintorescos sitios que hay como la Estancia el Durazno, famosa por la producción de ganado y madera, Estancia los Sombreros, cuyos dueños en antaño fue la familia Oro, ancestros de Fray Justo Santa María de Oro, también mencionado Acequión y El Bachongo. Entre los sitios sarmientinos podemos nombrar a Media Agua -la villa cabecera-, Colonia Fiscal, Cochagual, Las Lagunas, San Carlos, Cañada Honda, Los Berros, Pedernal, Divisadero Cienaguita, Guanacache y Retamito. El paisaje o la fisonomía física son intensamente atrayentes. Los geógrafos dividen a Sarmiento en dos áreas: la del este y la del oeste. La primera es una especie de llanada, donde se practica principalmente la agricultura, en tanto la del oeste, de sierras y montañas -estas serían las últimas ramificaciones del Tontal- se extraen minerales, como la cal. En el llano la agrovitícola, produce generosos frutos de la tierra, como uva, aceitunas, tomates y los sabrosos melones y sandías. La cría de ganado caprino, y vacuno es otra fuente de producción. Este último se alimenta de las vegas naturales de altura y dio origen a una animada fiesta religiosa -cuyo promotor fue el padre Víctor Gallardo- en honor al ‘Cristo de la Quebrada’, que se efectúa en la Quebrada de la Flecha, realizándose una vieja tarea campestre llamada ‘el rejunte o recogida’. Las bellezas naturales abundan por doquier, con sus arboledas, manantiales, aguas termales y nacederos, con una flora autóctona prodigiosa, lo que genera una significativa variable turística. Así tenemos la mencionada localidad de Pedernal. Este sitio con muy buen tino fue declarado en el año 2000 como ‘Paisaje Natural Protegido’, con el objetivo de resguardar sus características naturales, especialmente la flora. En Pedernal existen puestos, como Santa Clara de Arriba y Santa Clara de Abajo. También podemos nombrar la la zona de Nique, donde encontraremos antiguas estancias o el Acequión, que posee bellos nacederos de agua. Además, existe el famoso dique de Las Crucecitas. Su villa cabecera, como dijimos, es Media Agua, en otrora Estación Cochagual. Sobre tal nombre existe una versión que dice que se debe a la propia estación del ferrocarril, que fue construida a ‘media agua’ y no a dos, forma que era la usual.
El departamento posee como Santo Patrono a San Antonio de Padua, cuya veneración se inició como un culto familiar. La parroquia en honor a este santo se erigió en 1959 destacándose el accionar del sacerdote Bernardo Villastrigo. La otra parroquia es la levantada hace pocos años en Los Berros, cuya patrona es la Virgen del Carmen. De la misma manera hay que destacar la cultura popular, pues la gente de parajes lejanos guarda en su memoria relatos de viejas leyendas y aún practica la llamada medicina alternativa o etnomedicina. Asimismo hasta hace poco tiempo, la villa cabecera fue el escenario donde, en ocasión de celebrarse la festividad de San Juan Bautista, don Luis Paredes realizaba el ritual del fuego y las brasas.
