En el boxeo, como no ocurre en otros deportes, salvo algunas excepciones, la edad tiene un rol importante. Al ser un deporte de contacto sobran los dedos de una mano para citar algunos púgiles maduros que trascienden en los primeros planos mundiales.

Orientando el análisis al ámbito de cabotaje, ocurre lo mismo. Son muchos los púgiles que asumen este trabajo de riesgo, superando los 30 años mantienen su vigencia, arriesgando convertirse en escalera de jóvenes figuras -como alguna vez fueron ellos- que quieren comerse el mundo.

Hoy San Juan cuenta con tres valores jóvenes que transitan el camino ascendente: Exequiel Fernández (campeón argentino superpluma) y los noveles e invictos en cinco peleas Carlos Jorge Luis Sardinez y Andrés Ramón Tejada. Los dos últimos ganadores de sus peleas antenoche. Sardinez en el Cantoni (KOT 3 al debutante mendocino Gustavo Oviedo) y Tejada en San Luis (ver recuadro).

Y, encabezados por el ex doble retador mundialista Mauricio Muñoz, entraron en la senda con altibajos, Fabián Orosco (que hace un mes ganó en Brasil) y Amilcar Funes, quien antenoche en el Cantoni, protagonizó un combate vibrante y atractivo -el mejor de la velada- con el brasileño Davi Elisquiavici.

El caucetero, con mucha más experiencia que su oponente se mantuvo en pelea hasta el cuarto asalto, conectando con potencia y puntería. Tuvo sentido a su rival, con un gancho al hígado en el tercer asalto y frenó su ofensiva en un par de ocasiones.

Sin embargo, la convicción y fortaleza del visitante, quien aparte de tener seis años menos (27 a 33) hizo valer su mayor peso físico (la diferencia en el pesaje fue de un kilo 72,5 a 71,5) pero sobre el ring había, por lo menos, tres más a su favor; fueron los que derrotaron a Funes, quien sintió el peso de la pelea en el quinto round, cuando recibió un par de manos netas y no pudo recuperarse de un ascendente que lo tiró, en el sexto, y derivó en el nocaut técnico. Perdió con la juventud de su rival, como le pasó a Muñoz con Clavero. El oficio no les alcanzó para sostener un intenso ritmo de combate.