A esta altura del año, el calor empieza a ser insoportable en esta tranquila La Rouche-sur-Yon, que está a cuatro horas en automóvil del corazón parisino. Ya desde la mañana, bien tempranito, el sol empieza a picar y aparecen los sombreros, las gorras y los pañuelos para taparse la cabeza. Es una forma de hacerle ‘frente’ a la madre naturaleza con su impiedad.

La humedad se siente. La ropa se pega al cuerpo y todo lo que uno toca es resbaladizo. En cierta medida se parece al clima que reina muchas veces en Buenos Aires.

Está claro que en esta zona centro Oeste de Francia durante todo el año llueve sin cesar. Por suerte justo ahora está cayendo menos agua de lo pensado, según explican los lugareños. Es que está terminando la primavera, la estación que trae las lluvias más copiosas y sirven para que la vegetación esté firme todo el año.

Entonces aparece la mejor versión de la sede del Mundial: campos y plantaciones de frutales por todos lados. Incluyendo grandes viñedos, que traen un recuerdo nostálgico de nuestro San Juan. El verde es el color dominante, aunque el amarillo ya se ve por muchos lados, en signo de que las cosechas ya han sido efectivizadas. Y en esos lugares donde ya pasaron las máquinas de cosecha, también pasaron otras que van formando los fardos de pastos. La semana anterior esos fardos prolijamente formados estaban desperdigados en los campos. Ya desde ayer figuraban amontonados y hasta tapados. Todo para que lleguen al invierno y alcance de comestible para los animales.

A todo esto, las flores siguen llamando la atención por todos lados. Las hay hasta en macetones grandes colgados en el propio alumbrado público. Es lo que va quedando de la estación primaveral. La temperatura promedio de éstos días es de unos 25 grados.

La playa es un lugar que eligen todos, claro está que recién en los fines de semana, por aquello que todavía no largan las vacaciones grandes, que vendrían a ser las nuestras de enero-febrero.

La Rouche-sur-Yon un lugar maravilloso de descanso para los lugareños, que empezará a ser historia dentro de un par de días para quienes llegamos hasta acá.