Se juntaron a las 23 del domingo, pero la partido fue treinta minutos después de la medianoche. Ya era lunes y los 150 deportistas sanjuaninos estaban en el Cantoni. Para muchos de estos chicos, era la primera vez que salían del país. Lágrimas, risas, abrazos, y el deseo de un buen desempeño en la despedida.
Tres colectivos colmados, un minibus para traslado interno y una camioneta. Más de 750 km. para llegar a O´Higgins (otro grupo siguió 170 km. más para llegar a Pichulemo). La primera parada tras salir de San Juan fue en la terminal de Mendoza, para luego emprender el tirón más extenso hasta la aduana chilena. Todo, amenizado con mate, cartas y la música a todo volumen. Una vez en la aduana, cerca de las 7, uno por uno hizo su trámite para salir del país. Allí hubo algunas demoras por tres chicos con problemas en sus autorizaciones que luego fueron resueltas. Un limón en un bolso fue otro tema ya que no se pueden pasar frutas de un país a otro, y una integrante del fútbol femenino que se descompuso como consecuencia de la altura. Una hora y medio allí, para seguir rumbo, descender por el “Caracol”, que resultó dramático y tenso para algunos y asombroso para otros que tomaban fotografías.
