El tema de la amistad es tan antiguo como el hombre, los filósofos de todos los tiempos lo han tratado exhaustivamente, Platón le dedica un diálogo, Aristóteles los libro octavo y noveno. Cicerón ya en Roma se ocupa de la amistad en una obra denominada "Diálogo sobre la amistad" en el año 44 AC ¿Qué será este sentimiento? Debe ser fundamentalmente un afecto personal puro y desinteresado, sobretodo reciproco, que debe nacer en algún momento de la vida y que se debe fortalecer con el trato y el tiempo.
Si examinamos este sentimiento en el tiempo y en todos los espacios posibles desde la antigüedad hasta hoy podemos vislumbrar:
Que la amistad se basa en la verdad
Una amistad fundada en el engaño, las mentiras o la simulación hacen que este sentimiento no teja un entramado perdurable para la vida de los afectos.
La amistad sólo puede encontrarse en personas buenas, la maldad, la maledicencia o los rumores no pueden ser la base sobre que se construye la amistad.
La verdadera amistad no debe nacer por la necesidad de compañía ni tampoco por las necesidades que pueden solucionarse a través de contactos beneficiosos.
La amistad debe nacer de la misma naturaleza cuando se hace visible la virtud.
La amistad no es un instrumento del que podemos obtener placeres.
La amistad al ser más puro y bello de los sentimientos humanos debe tener leyes fijas a saber:
a) Cuando elegimos voluntariamente a quienes deben ser maestros amigos ¿elegimos personas dignas de amistad?
Ser digno para merecer tal distinción o sacramento (el sacramento del amor y la caridad) es reunir una variedad de virtudes que nos hacen dignos de ejercer tal sentimiento con el otro.
b) Debemos estar atentos de no confundir un verdadero ser con delicadeza de espíritu con el trato de amistades vulgares que no nos enriquecen como personas para ello hay que poseer cautela para la elección de quienes nos acompañaran en la vida, conteniéndonos y acompañándonos de la mano por este camino horizontal que vivimos por ahora.
Busquemos en nosotros mismos la luz del conocimiento que sólo nos otorgan la fe, la esperanza y la caridad.
La Fe: que es confiar en nuestra propia capacidad de amar para poder recibir lo mismo.
La Esperanza: base de toda la amistad en donde está contenida la espera que nos conduce a la esperanza
La Caridad: virtud que debe ser vivida de actos porque las individualidades nada significan.
La aceptación del otro con los errores y falencias que pudo tener una persona hace que la amistad perdure. Confiados en la aceptación de las virtudes y defectos que pueda tener el que nos acompaña.
Evitar en la construcción de la amistad; la envidia (que es no alegrarse del bien ajeno), el miedo (que es la carencia de templanza, fortaleza y justicia) !Qué lejos queda el amor de la envidia el miedo y la ira!!
Finalmente como todos los hechos importantes de la vida, no hay que interrogar, no hay que preguntar si dentro de la amistad nos aman, si soy correspondido porque como dice un adagio árabe: "No preguntes y no te mentirán".
No se puede definir la muerte ni la vida ni el amor o la amistad. Sabemos que nuestros verdaderos amigos nos hablarán y nos mirarán eternamente porque habitan nuestros sueños y desde allí podemos apresar la belleza en su fragilidad. Bastará solo en recordar aquel bello trozo de literatura del poeta Roberto Juarroz que dice: "Una mirada sostiene el mundo".
