La presidenta Cristina Fernández prolongó ayer el suspenso sobre su postulación para la reelección en el acto central por el Día de la Bandera que encabezó en Rosario, aunque no ahorró elogios a su gestión y toda lo logrado en la era K desde 2003, en lo que pareció la mejor publicidad en la previa de su lanzamiento.
Ante una multitud que clamaba por la reelección, la mandataria pidió que nunca más se enfrenten ‘argentinos contra argentinos‘ ni se levanten ‘voces que convoquen al desaliento y al fracaso‘. La mandataria recordó que que ‘hace 200 años lucharon por la libertad y hoy vamos por la igualdad‘.
‘El camino de la construcción de la Patria está lleno de piedras que van a tirar, pero tenemos que tener la paciencia de recoger una por una las piedras; no para devolverlas, sino para sacarlas del camino‘, afirmó Cristina, desde el palco montado frente al Monumento Nacional a la Bandera.
La Presidenta presenció el desfile cívico militar junto al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner; el intendente de Rosario, Miguel Lisfchitz y casi todo el Gabinete nacional. Y fue la única oradora ya que hubo censura para Binner -ver aparte-.
Durante su discurso hizo un repaso de los logros de su gestión, que contrastó con las dificultades por las que atravesó el país en el 2001 y, en alusión a esa época, pidió: ‘No más argentinos contra argentinos, no más puños crispados‘. Recordó cuando los argentinos estaban ‘enfrentados, desorientados y hacían colas en las embajadas para irse a España‘ y advirtió que ‘fue gracias a él, Néstor (Kirchner), le pese a quien le pese‘ que esa situación de crisis empezó a revertirse.
‘Él fue un visionario, pudo ver lo que otros no veían; se animó a hacer lo que otros jamás se hubieran animado; tuvo la valentía y el coraje, con apenas el 22 por ciento de los votos, de contarles a los argentinos que otro país era posible‘, reflexionó Cristina. ‘Hemos hecho avances inimaginables, hemos reestructurado una deuda externa que parecía eterna, hemos terminado con el tutelaje económico al que nos sometió durante años el FMI, pero además hemos ido más allá y hemos construido instrumentos para la equidad social‘, enfatizó.
Mencionó como ‘dos hitos‘ de la historia del país de los últimos ocho años la ‘reestructuración de la deuda y el pago al FMI‘, por un lado, que atribuyó a una decisión de Néstor Kirchner; y la recuperación por parte del Estado de la administración de los fondos jubilatorios, por el otro; lo que redundó en poder materializar la Asignación Universal por Hijo.
Agregó que con los fondos recuperados por el Estado se le pudo ‘dar dignidad‘ a muchos argentinos y advirtió que la Asignación Universal por Hijo no está manejada ‘ni por clientelismo ni por la política partidaria, y así ‘nadie puede obligar a nadie a ir a un acto, o a votar a determinado candidato‘. Juzgó que Argentina está ‘orgullosamente erguida en el concierto de las naciones, con una economía que no para de crecer, argentinos que recuperaron su trabajo y niños que van al colegio, no a comer sino a recibir educación‘, y recordó: ‘Nadie nos ayudó a llegar a este lugar‘, sino que fue un logro colectivo.
