Limpia, bien alimentada y con un suero para hidratarla convenientemente, Elsa, la ex directora de escuela que vivía en un lamentable estado de abandono en pleno centro, permanece en una de las salas del Hospital Marcial Quiroga mientras terminan de hacerle los estudios médicos para conocer a fondo cómo se encuentra de salud, para luego ser trasladada al Hogar de Ancianos. Allí permanecerá durante un tiempo, mientras se investiga su situación socioeconómica, para decidir si puede volver a su casa, una vez que ésta sea acondicionada para ese fin. Mientras tanto, la directora del Hogar de Ancianos, Nilda Agüero, dispuso la compañía de cuidadores de la propia institución en el hospital, para que Elsa no esté sola. "Hemos enviado una persona a cuidarla, porque durante el fin de semana no vino nadie de su familia y ella necesita alguien que la acompañe", dijo la funcionaria.

Ahora y mientras terminan de hacerle los estudios médicos que permitirán conocer su estado general, la ex directora de escuela permanece internada en el Hospital Marcial Quiroga, con la compañía de una cuidadora domiciliaria, hasta que se disponga su traslado. "Una de las opciones posibles -dijo la directora del Hogar de Ancianos- es que venga al hogar mientras se limpia y acondiciona su casa, para que ella pueda volver, tal como es su voluntad. Como Elsa es afiliada de PAMI, también se puede tramitar la compañía de cuidadores domiciliarios, que la acompañen y vigilen su alimentación e higiene".

Agüero reveló que "lamentablemente, son numerosos los casos de abuelos abandonados que llegan al Hogar de Ancianos, ya sea por sus hijos, sobrinos o hermanos. Muchas veces, he tenido que correr a algunas personas que vienen a dejar a sus ancianos porque dicen que no pueden hacerse cargo de ellos. Yo diría que de los 150 abuelos internados que tenemos, las tres cuartas partes no reciben atención ni visita de su familia".

La funcionaria dijo también que en muchos casos, ese abandono llega incluso al momento de la muerte de los abuelos. "Los traen acá, los dejan y cuando los abuelitos fallecen, ni siquiera se hacen cargo del entierro. Si pasan 48 horas y no vienen, el hogar tiene que hacerse cargo del traslado y sepelio, lo cual es lamentable", dijo.

Elsa fue sacada de su hogar el sábado pasado por personal de SIFEME y llevada al Hospital Marcial Quiroga para evaluar su estado de salud. El operativo estuvo integrado por el titular de la Unidad de Coordinación de Políticas para Adultos Mayores, Carlos Caroprese; la defensora de Pobres e Incapaces, Patricia Sirera; el comisario de la Seccional 1ra y la directora del Hogar de Ancianos, en presencia de dos sobrinas de la ex directora de escuela que vivía en penosas condiciones dentro de su propia casa. Así lo había constatado DIARIO DE CUYO, cuando concurrió al domicilio de la anciana, que vivía literalmente en el piso y se desplazaba arrastrándose, debido a una enfermedad en los huesos que le impide caminar.

Rodeada por gran cantidad de gatos, en medio de desperdicios y sin tener siquiera un lugar higiénico para comer o dormir, Elsa recurría a los bomberos cada vez que necesitaba algo, como abrir una puerta o sentarse en una silla. Según contó, un remisero de su confianza la llevaba a cobrar la jubilación todos los meses, cargándola hasta el auto y luego de nuevo hasta el interior de su casa. Este dinero le permitía pedir comida a distintos deliverys de la ciudad, único contacto que ella mantenía con el exterior.

Pese a la negativa de la anciana, que no quería dejar su casa y pedía que le consiguieran "una empleada doméstica trabajadora y honesta", las autoridades del Ministerio de Desarrollo Humano evaluaron que la situación era lo suficientemente urgente como para pedir a la Justicia una medida excepcional que permitiera su traslado a algún lugar más adecuado, hasta tanto se decida definitivamente cuál será su destino. Previamente, la Coordinación de Políticas para Adultos Mayores le había provisto de una silla de ruedas, pero al ver que la sobrina que había quedado a cargo no estaba con ella, es que se resolvió sacarla de la casa para preservar su salud.