Anoche quedó inaugurada la flamante sede con la que cuenta ahora la Federación Sanjuanina de Vóleibol. Y fue una noche cargada de emociones porque además de dejar oficializada la nueva casa del ente madre de este deporte en nuestra provincia, se aprovechó para dar un sencillo pero grato homenaje a los voleibolistas locales que alguna vez participaron en Juegos Olímpicos con la Selección Argentina. Ahí estuvieron con los ojos llenos de lágrimas hombres como Jorge Elgueta, Raúl Spajic (representando a su hijo, Alejandro), Chiqui Wiernes, Daniel Quiroga (por su hijo, Rodrigo, y su hermano, Raúl) y José Pereyra (por su hijo, Federico). Un homenaje en vida no es cosa sencilla por eso, la emoción sobre todo, de los que ya peinan canas.

El acto arrancó con la presentación de las delegaciones que participan en el Campeonato Nacional Sub 16 que comenzó ayer. Se realizó la entonación del himno nacional argentino y posteriormente expresaron sus sensaciones el Presidente de la FEVA, Juan Antonio Gutiérrez, y el Director de Deportes de la provincia, Gustavo Alvarez.

Después llegó el momento más esperado de la noche, el reconocimiento para los grandes ídolos sanjuaninos. El primero en pasar a recibir su medalla fue Leonardo Wiernes, el “Chiqui” no participó en los Juegos Olímpicos en Los Angeles 1984 pero sí estuvo en todo el proceso previo. Sus ojos llenos de lágrimas manifestaban la emoción. En esos juegos de Los Angeles y también en Seul cuatro años después participó Raúl Quiroga, por quien recibió la medalla su hermano, Daniel. Mientras que por el 2000 en Sidney y también en Atenas 2004 estuvo presente Jorge Elgueta, que también recibió su medalla y el reconocimiento del público. Alejandro Spajic -quien no pudo concurrir- participó en los Juegos de Atenas junto al Negro y recibió la medalla el papá del Caño, Raúl. Al final, llegó el turno para el homenaje a las más recientes glorias sanjuaninas. Próximos a participar en los Juegos Olímpicos de Londres el mes próximo, Rodrigo Quiroga y Federico Pereyra también recibieron su homenaje, pero como no están en la provincia recibieron Daniel (papá de Rodrigo) y José (papá de Federico).

Así se dio una noche histórica y con mucha emoción.