Racing Club se despidió de sus ilusiones de seguir en la Copa Libertadores de América al no poder vencer (0-0) a Guaraní de Paraguay que, con una formación sólida y austera, hizo valer el 1-0 de la ida en Asunción y alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores. Así el equipo paraguayo se convirtió en el rival del único equipo argentino que queda con vida en la competencia: River Plate. Precisamente la serie semifinal arrancará el miércoles 15 de julio en el Monumental y tendrá el choque revancha una semana después en Asunción.

Pese a que Racing manejó el partido, tuvo la pelota y jugó siempre en campo rival, las llegadas de peligro se gestaron sólo con remates de media distancia, ya que tanto Bou como Milito fueron bien tomados.

Las tres acciones que tuvo Racing en ese sentido estuvieron en los pies de Camacho, Milito y Aued, pero sus disparos fueron bien contenidos por el arquero Aguilar.

Guaraní solamente tuvo cinco minutos de lucidez promediando la etapa y después todo siguió siendo de Racing, que seguían buscando la imperiosa ventaja que lo pusiera en un plano de igualdad para seguir peleando por la clasificación.

Solamente un error parecía el camino para que Racing se complicara en la búsqueda de ese objetivo, y eso fue precisamente lo que sucedió cuando apenas restaba un minuto para terminar le etapa inicial. Grimi se equivocó, Saja cometió infracción y lo expulsaron, y entró al arco Ibañez, quien atajó el penal.

Eso estimuló a Racing y su gente de cara al segundo tiempo y paradójicamente impactó en el ánimo de los guaraníes, aún cuando tenían para jugar 45’ con un hombre y un gol más a su favor.

Y así fue como de arranque nomás el conjunto de Avellaneda salió a presionar a su rival aún en inferioridad numérica y se colgó del área paraguaya en pos de derribar su inquebrantable resistencia.

Y cuando esto no era posible, como por ejemplo a los 20’ con una buena acción individual del ex Racing Federico Santander, entonces aparecían las manos salvadoras de Ibáñez.

La carga emotiva y el desgaste físico sufrido el domingo anterior en el clásico con Independiente, sumados a los 55 minutos jugados también con 10 hombres en la ida de la semana pasada en Paraguay, no parecían influir pero ni eso le alcanzó a La Academia. No pudo convertir y se quedó afuera de la Copa Libertadores, un sueño que lo tenía cerca.