A simple vista pareciera que están cavando un pozo. Hay montículos de barro que superan los dos metros de altura. Pero sólo con acercarse a la orilla del piletón, se puede observar que todo ese sedimento es el que estaba acumulado en el fondo. Según el cálculo de los obreros que están llevando a cabo la limpieza del reservorio que está en la Quebrada de Zonda, en Rivadavia, hay acumuladas unas 160 toneladas de barro. Ya sacaron 8 toneladas y el resto de la limpieza les llevará un mes.
Son tres las personas que trabajan 10 horas por día para que en el próximo verano, cuando liberen el agua del río, este reservorio vuelva a estar limpio. Algo que no se veía desde hace al menos una década. Una máquina retroexcavadora y dos camiones es lo que están usando para hacer el trabajo. Según contó Darío Albarracín, uno de los operarios, por día están sacando 8.000 kilos de sedimento, en 25 viajes en camión. La idea es que se agreguen dos vehículos más para agilizar la tarea y terminarla en el lapso de un mes. El sedimento que están sacando, y que se acumuló con el paso de los años, está siendo colocado en el sector que está detrás del Monumento al Ciclista. Lo que quieren es usar esa tierra fértil para rellenar el terreno irregular que hay en la zona de acampe de la Quebrada y luego reparquizarlo.
La obra de limpieza la está realizando la misma empresa que contrató el municipio de Rivadavia para limpiar esta zona de esparcimiento. Forma parte de una serie de políticas turísticas que lanzó la comuna, destinadas al arreglo y mejoramiento de los diferentes espacios verdes del departamento. Pero la limpieza no sólo será para embellecer el lugar, sino que además lo que buscan es optimizar el servicio para el cual este reservorio de agua fue creado, que es el riego de la arboleda. Aún cuando la gente también lo usaba para bañarse, a pesar de que está expresamente prohibido.
Después de una década sin haber sido mantenido, el barro acumulado ocupaba más de la mitad de la altura del piletón, lo que hizo que se redujera la capacidad. Esto produjo que hubiese menos agua para el regadío de árboles. En el sector Norte, el reservorio tiene unos 3 metros de altura, mientras que hacia el Sur llega a los 6 aproximadamente.
Comenzaron la limpieza recién ahora para evitar interrumpir el riego del bosque en épocas más calurosas. Además, por el frío, hay menos gente que va de picnic a ese lugar, según informaron desde el municipio.
A la limpieza se sumará la instalación de un sistema de compuertas que levantarán cada dos semanas para renovar el agua que ingrese y así evitar que el sedimento vuelva a acumularse. Lo que ya está limpio son las tuberías subterráneas que conducen el agua de los esteros hasta el reservorio. Hasta hace unas semanas, en este lugar se practicaba kayak. Dicen que la actividad volverá a realizarse después de esta limpieza profunda.
