"San Juan tiene, junto a La Pampa y Santa Cruz, el índice mas bajo de donación de órganos, que es cero. Es decir, no hay gente que done ni en el ámbito público ni en el privado en toda la provincia. Por eso no podemos solucionarle el problema a las casi 200 personas que están en lista de espera", aseguró ayer el nuevo director del Instituto de Ablación e Implante San Juan (INAISA) del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), Fernando Monllor. Eso fue minutos antes de su disertación sobre el tema en el Hospital Marcial Quiroga. Dentro del marco del Encuentro Regional de Organizaciones de Procuración y Organizaciones del Consejo Asesor de Pacientes del INCUCAI, el directivo también afirmó que esta situación se da desde el 2007, cuando se registró la mayor tasa de donación en la provincia, que fue de 6 donantes (una tasa de 10 por cada millón de habitantes).

Estos números están muy por debajo de la tasa media del país, que es 13 donantes por millón de habitantes. La diferencia más drástica se da con Mendoza, Córdoba y Chaco, que ascienden a los 20 donantes por millón de habitantes, convirtiéndose en las provincias con mayor tasa.

A la falta de donantes en la provincia se contrapone un aumento progresivo en la cantidad de pacientes sanjuaninos en espera de órganos. "En septiembre había 157 y hoy hay 197", dijo Monllor. Los 8 transplantes realizados durante este año se hicieron gracias a que San Juan recibe órganos de la región que compone junto a Mendoza, San Luis y La Rioja. "En el caso de que no haya ninguno dentro de la región, el pedido pasa a la Nación", explicó el director.

Entre los pacientes que están esperando sus órganos hay, por ejemplo, 106 renales, 14 que necesitan hígado, 63 requieren transplante de córnea. Según Monllor, para revertir la escasez de donantes es fundamental la educación. "El futuro de la donación es muy amplio. Se puede donar hueso para hacer implantes dentales, piel para quemados y hasta córneas", explicó Monllor.

Pero lo fundamental, según el titular del INAISA, es hacer campañas para erradicar los mitos que hay en la sociedad como el de que "si alguien va al hospital con algún trauma severo, lo van a dejar morir para sacarle los órganos. Siendo que la donación siempre se hace cuando la persona está irreversiblemente muerta. O el mito que dice que no pongás en el Documento de Identidad que sos donante porque te van a hacer algo para sacártelos", comentó.

Pese a que la Ley del Donante Presunto establece que todas las personas son donantes de órganos salvo que en vida manifiesten lo contrario, esa decisión sigue quedando en manos de los familiares. Por eso, según Monllor, "hay que aclarar siempre a la familia que, en el caso de que nos muramos, sí queremos donar nuestros órganos".