Los incendios del miércoles último de los dos autos en un mismo barrio de Rivadavia y con sólo 10 minutos de diferencia, pusieron en la lupa los ataques incendiarios contra vehículos como una modalidad delictiva que se volvió una constante en San Juan en los dos últimos años y que va en aumento.

Aunque la Policía no difunda datos de los casos registrados, un relevamiento periodístico de DIARIO DE CUYO indica que en estos 9 meses del año quemaron intencionalmente al menos 20 rodados, la misma cantidad que en todo el 2010 y casi el triple que en el 2009. Un dato llamativo es que Rawson fue escenario del mayor número de atentados con 7 hechos de enero a la fecha y otros 9 el año pasado.

Posiblemente sea la acción de un ‘pirómano’, afirmó meses atrás un policía. Quizás la forma que adoptan los delincuentes para borrar las huellas de un robo, o también el resultado de una venganza por negocios o problemas familiares y sentimentales.

Cualquiera sea el móvil de estos atentados, la verdad es que no son investigados profundamente y la prueba está en que no se conoce, al menos públicamente, que la Policía haya detenido al autor de alguno de los tantos ataques incendiarios ocurridos en últimos tres años. Un caso trágico y que todavía continúa impune es el del matrimonio que en julio último murió quemado y asfixiado en su casa de calle Corrientes, en Concepción, después de que quemaran su Renault 19 en la entrada de su propiedad.

Casi siempre se dan circunstancias en común en estos atentados: se producen de madrugada y los vehículos están estacionados en la calle o en la puerta de las viviendas. En muchos de los casos utilizan algún combustible o líquido inflamable para prenderles fuego. En lo demás, no hay otro parámetro.

Entre las víctimas, hubo alguno que otro al que se lo ligó al ambiente delictivo, pero también hubo de todo. Sin ir más lejos, los que sufrieron los atentados esta última semana fueron una docente y un empleado municipal, vecinos del Bº Aramburu de Rivadavia. Algo similar pasó el 22 agosto en calle Corrientes, Capital.

Ahí le quemaron el camión a un transportista y casi a la misma hora incendiaron el Fiat 125 de un carnicero que vive a pocas cuadras y en la misma calle. El año pasado, entre los damnificados había un empresario, un médico, una psiquiatra y hasta tres ex policías.

Por parte de la Policía no se pudo obtener datos oficiales sobre la cantidad precisa de estos ataques. El informe de DIARIO DE CUYO se basó únicamente en los registros periodísticos de los hechos que dejaron trascender desde la Fuerza sobre incendios de vehículos calificados como intencionales, es decir aquellos en los que hubo certeza de una maniobra provocada por alguien para provocar el daño.

Según las notas periodísticas, los atentados contra autos u otros rodados llegaron a 7 durante todo el 2009. Lo más destacado en ese período fueron dos hechos ocurridos en un mismo mes, julio.

En el 2010, los ataques incendiarios crecieron en número. En enero hubo 1 atentado, en febrero 2 y así. Agosto fue el mes que más casos registró, con 4 siniestros. En todo el año, fueron 20 los vehículos quemados intencionalmente.

Siguiendo esa línea ascendente, el 2011 también mostró un incremento en esta modalidad delictiva. En enero incendiaron el tractor de una finca de Santa Lucía. En febrero, quemaron un auto y un utilitario en Chimbas. En los 9 meses de este año, se contaron en total 20 incendios intencionales contra vehículos, la misma cantidad de atentados que en todo el 2010. Un dato para destacar es que, de enero a septiembre de ese año, quemaron 14 rodados. Es decir, que en lo que va del 2011 ya hay casi un 30 por ciento más de estos hechos que en ese mismo periodo de 2010.

Un policía comentó tiempo atrás que los Bomberos sospechaban que en Rawson había un ‘pirómano’. Esta hipótesis podría tener asidero en otras cifras que surgen del relevamiento: en el 2010, 9 de los atentados ocurrieron en ese departamento. Y en el 2011, ya se registraron otros 7. Después le sigue Capital, con 4 casos en este año y otros 5 el año pasado. Los atentados incendiarios no son una exclusividad del Gran San Juan: hasta en Iglesia y Sarmiento quemaron autos.