Buenos Aires, 21 de julio.- Dos hombres fueron detenidos durante un operativo realizado en las últimas horas en una empresa de mudanzas del partido bonaerense de Avellaneda donde se secuestró unos 1.200 kilos de cocaína, de alta pureza, oculta en muebles que en los próximos días serían enviados en barco a España.

El juez Jorge Brugo confirmó que, además, hay una mujer española -con antecedentes por trafico de drogas- prófuga, y estimó que ‘la cocaína secuestrada colocada en España puede comercializarse hasta unos 36.000.000 de euros‘.

El magistrado indicó que ‘los paquetes o ladrillos de cocaína tenían el sello ’DMG’ que pertenecería a un cartel de Colombia, hecho que es investigado ahora‘.

El procedimiento, denominado ‘Operación Mudanza Blanca‘, fue realizado por personal de Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas, de la Policía Federal, en conjunto con su par española.

Fuentes policiales informaron que los detenidos fueron puestos a disposición del titular del Juzgado Nacional en lo Penal Económico 5 de de Capital Federal, que instruye actuaciones por ‘infracción a la ley 23.737 de droga, en carácter de tráfico internacional‘.

La policía ibérica días pasados había decomisado parte de la carga que fue transportada a España en el doble fondo de una pesada caja fuerte de hierro, efectuado bajo la modalidad de ‘cargamento controlado‘.

Personal de la Policía Federal en la tarde de ayer allanó una empresa de mudanza internacional de Avellaneda y encontró la droga oculta en doble fondos de tres heladeras de madera de las usadas antiguamente en los almacenes de barrios, un piano y un equipo de asador.

Fuentes policiales informaron hoy que la investigación del caso se inició a través de una información recibida por los investigadores donde se daba cuenta de la existencia de una organización narcocriminal internacional integrada por argentinos, uruguayos y españoles.

La banda tenía previsto sacar la droga del país y llevarla a Palma de Mallorca, en España, en muebles que supuestamente formaban parte de una mudanza.

Los investigadores, con la anuencia del juzgado a cargo, establecieron que un hombre argentino se había encargado de realizar los trámites pertinentes para enviar una mudanza a la ciudad española de Barcelona.

Cuando parte de los muebles iba camino a España los policías comprobaron que había una sospechosa y pesada caja fuerte de hierro por lo que -con la debida autorización judicial y coordinación con las autoridades policiales ibéricas- realizaron lo que se conoce como ‘entrega controlada‘.

Al llegar el envío a España, en un contenedor, el Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (G.R.E.C.O.), del Cuerpo Nacional de Policía de Islas Baleares, constató la presencia de la caja de seguridad y en su interior se encontraron unos 200 kilos de cocaína, la cual se encontraba en un doble fondo. Los investigadores españoles en rápido operativo detuvo a un hombre argentino cuando se disponía a retirar los muebles.

Mientras tanto personal de la División Drogas Peligrosas, de la Policía Federal, individualizó a una mujer española y un argentino, que se habían contactado la empresa de mudanzas internacionales con el pretexto de contratar sus servicios para que les lleven unos muebles a Palma de Mallorca.

Los muebles, acordados el precio del envío, fueron depositados en el galpón de la empresa de mudanzas ubicada en el partido bonaerense de Avellaneda mientras se realizaban los trámites aduaneros pertinentes.

Los investigadores allanaron el depósito y encontraron los 1.200 kilos de cocaína ocultas en compartimientos de tres heladeras comerciales, un piano y en un asador.

El juez Brugo también dispuso una serie de allanamientos donde fueron detenidos dos hombres, uno de ellos de nacionalidad uruguaya, con documentaciones apócrifas.

Uno de los allanamientos fue realizado en un depósito de la calle Amberes al 700, de esta Capital Federal, donde se encontraron herramientas y motores de heladera, presumiblemente de las utilizadas para transportar la droga, un piano y otros muebles listos para ser cargados con la droga.