La máquina floreteadora en plena acción, tiene un funcionamiento basado en los siguientes pasos, que se pueden ver en las fotografías adjuntas:

1) La máquina en estado de reposo, tiene una tapa superior levantada, donde el operario coloca el brócoli, que es tomado de una cinta que es alimentada por un volcador de bins, en el cono que está por debajo de esa tapa; dicho cono tiene diferentes medidas dependiendo del tamaño del brócoli que venga del campo.

2) Una vez que se coloca el brócoli, presiona dos pulsadores, y la máquina comienza con la secuencia electroneumática controlada por un PLC (controlador lógico programable). Baja luego la tapa superior que tiene un plato aprisionador para mantener el brócoli contra las cuchillas que están por debajo del cono donde se colocó la cabeza, estas cuchillas copian la forma de la parte inferior del brócoli para cortar solamente las flores del mismo, desechando los tallos.

3) Cuando cortó y dejó sólo las flores, se levanta la tapa superior dejando las inflorescencias en el embudo.

4) Las flores son posteriormente volcadas mecánicamente a una cinta, para transportarlas hacia la siguiente parte del proceso.

Toda esta secuencia se realiza en sólo 1,5 segundos, totalmente automática, el operario sólo mantiene presionados los pulsadores durante este tiempo, todo lo demás lo hace la máquina, logrando, no sólo mucha más producción si no de una forma mucho más segura, ya que antes el floreteado se realizaba a mano brócoli por brócoli, unidad por unidad.

La máquina esta totalmente construida en acero inoxidable, y todos los movimientos son electroneumáticos, con componentes de primeras marcas.

Infraestructura metalmecánica

En la planta de Molinos, las máquinas de floretear las crucíferas son dos. Generalmente se usa una para los brócolis grandes y una para los más chicos.

Las dimensiones de las máquinas son de 500 mm de largo, 400 mm de alto, y 300 mm de ancho, y las mismas van adosadas a una cinta transportadora que tiene unas salientes en donde se apoyan para que queden a una altura ergonómica para el operario.

Las maquinarias de las que hablamos están todas construidas en acero inoxidable, y son de fácil limpieza. Esto es fundamental para la industria alimenticia.

El rendimiento nominal de estas máquinas es de aproximadamente 2.400 unidades por hora, no solamente hay que limitarse al rendimiento, sino también a la seguridad del operario, ya que el mismo está alejado de toda clase de filo, lo que anteriormente, al ser los cortes a mano con una herramienta cortopunzante, era bastante riesgoso y los accidentes eran más posibles.

Las cortadoras contribuyen también a que se cumplan con los estándares de calidad que exige la agroindustria Molinos para su producto final, que es el brócoli congelado de altísima calidad. Esto se debe a que al ser un proceso autónomo, se logra una muy buena uniformidad en el terminado.

Estas máquinas surgen por una inquietud especifica de la fábrica sanjuanina ubicada en santa Lucía, para el proceso de los brócolis, pero se pueden adaptar para el corte también de coliflor, que de hecho son de similares características, pero desconocemos de alguna empresa que procese gran cantidad de esta hortaliza.

Toda la máquina es íntegramente construida y programada por Gaudium, con neumática Festo.