Mientras los caballos peruanos y los jinetes mostraban sus destrezas en la pista, el olor a pasto y a cuero de las talabarterías llenaba el predio Doña Antonia, en Albardón. Pero, al llegar el mediodía, el olor a asado invadió el lugar, haciendo sonar las tripas a más de uno. Es que las personas que fueron a participar y a observar en familia el XXI Concurso Regional de Caballos Peruanos de Paso eligieron vivir la tradición de hacer el asado antes que comer en las carpas de comidas típicas, que quedaron prácticamente vacías.
"Nos gusta el folclore de hacer el asado mientras charlamos y tomamos un buen vino, es más criollo", dijo Orlando Bueno. El hombre llegó hasta el predio con su familia para presentar a tres de sus caballos y como tantos otros dejó de lado la parrillada, las empanadas o las pizzas que ofrecían en el lugar, para preparar y comer su propio asado.
A pesar del poco tiempo disponible para el almuerzo, un poco más de una hora, muchos se animaron a hacer el asado rapidito, para luego continuar disfrutando del espectáculo. Mientras, las mujeres y sus hijas recorrían los stands en los que podían comprar productos de cuero, de los que se encontraban desde billeteras hasta camperas y monturas; elementos de madera, como mates, cuadros y utensilios; y todo tipo de vestimentas gauchas.
Pasadas las 14:30, la competencia se reanudó y los caballos comenzaron a ser presentados nuevamente para comenzar a mostrar sus destrezas. Resonaron otra vez los nombre del ejemplar y los de sus padre y madre, seguidos por los de su criador y expositor, para dar inicio a las competencias del conjunto de yeguas de piso y capones.
El evento continuará hoy, a partir de las 9 en el mismo predio, ubicado en calle Sarmiento S/N, Las Cañitas (Albardón), con entrada libre y gratuita.
