Los vecinos de calles Sarmiento y Benjamín Aguilar, en Trinidad, se cansaron de esperar: después de pedir varias veces a la Municipalidad de la Capital una solución para el kiosco ubicado en la vereda de la Escuela de Educación Especial SARM, ahora piden que lo demuelan. Con la puerta forzada y totalmente vacío, el kiosco (una construcción de material de 2 x 1,50 metros) está cerrado desde hace más de 10 años y los vecinos afirman que es utilizado como albergue transitorio, baño público y depósito de basura. La directora de la escuela, Mabel Correa, se sumó al pedido de los vecinos y acompañó con su firma una nota formal presentada al municipio exponiendo el peligro que implica mantener un lugar así en la vereda que transitan los chicos todos los días. Y desde la Municipalidad dijeron ahora que estudiarán el caso y, si lo consideran adecuado, entonces directamente demolerán la pequeña construcción que les pertenece.
"Primero tiraban basura y ahora lo usan las parejitas para estar ahí. Además de la suciedad, no es bueno que los chicos estén expuestos a cosas que no tienen que ver. Nuestros alumnos son chicos especiales, necesitan más protección y lamentablemente, son los más perjudicados en este caso", señaló la directora. Lila de Zabaleta, vecina de la calle Sarmiento, relató que es frecuente ver entrar parejas en horario nocturno, ya que la cerradura está rota. "Con la puerta abierta, es un riesgo para cualquiera. Uno no sabe quién se puede esconder ahí y es una preocupación tener esta inseguridad en la puerta de una escuela y tan cerca de nuestras casas", dijo.
La directora explicó también que ya hubo varios intentos por poner el kiosco en funcionamiento, pero no dieron resultado. "El último concesionario pidió luz eléctrica e incluso llegó a instalarla, pero no duró porque no es un buen punto para un kiosco. Antes, cuando los colectivos circulaban por calle Sarmiento, en esa esquina había una parada y el kiosco vendía bien, con la gente que esperaba el colectivo. Hace unos años los micros dejaron de pasar por esa calle y fueron derivados a la Avenida Alem, con lo cual el kiosco perdió clientela y cerró. Desde entonces, ha estado abierto por periodos limitados de tiempo, pero evidentemente no lo concesionan porque no es rentable", sostuvo.
Por parte de la Municipalidad de la Capital, el titular de Planificación Urbana, Juan Terranova, afirmó que va a tomar contacto con el expediente iniciado por los vecinos. "Aunque parezca extraño -dijo- existen casos como este, en que los kioscos dejan de tener movimiento y nadie los trabaja. Cuando el municipio constata que la situación es esta, se autoriza la demolición. De hecho, ya hemos demolido varios kioscos en las mismas condiciones y si este es el caso, también lo vamos a hacer".
