"Hay quienes me dijeron que estaba loco. Pero ni el viento que destrozó la carpa la noche antes de hacer cumbre me impidió cumplir con mi objetivo", dijo Francisco Márquez, un contador de 63 años que dejó bien claro que ni la edad es límite para llevar a cabo lo que se propone. Acaba de llegar a la cima del cerro Mercedario (6.770 metros de altura) y es el sanjuanino de más edad en lograr la hazaña, según los registros que tiene el Club Andino Mercedario.
Fue hace dos años que este caucetero, que además es vegetariano y siente pasión por la naturaleza, decidió cumplir con una deuda pendiente: hacer montañismo. "Siempre hice actividad física, pero nunca subí a una montaña. Pasaron los años y entonces encontré el momento. Fue cuando me decidí", dijo. Su primer desafío fueron las Sierras Azules y en ese momento creyó desfallecer. Ni en sueños, el día que hizo cumbre en el cerro donde se celebra Pascua, hubiese imaginado que dos años más tarde iba a llegar a las puertas del cielo.
Francisco no dejó nada al azar. Ni bien comenzó a recorrer montañas, se controló exhaustivamente por un médico deportólogo y buscó uno de los guías de montaña con más experiencia en la provincia (Luis Tanoni). Y fue esto, según dijo, la receta perfecta para no sucumbir en el intento. "Tuve claro lo que quería y sabía que nadie me iba a detener. Pero también me cuidé porque cualquier error en la montaña puede cobrarse con la vida", dijo el hombre, que se dedica a producir uvas orgánicas.
Francisco no sólo logró hacer cumbre en el Mercedario, sino que lo hizo en tiempo récord para una expedición comercial (las que son dirigidas por guías y no tienen un objetivo deportivo). Toda la travesía le llevó 8 días, y según contó, cuando regresó a su casa la semana pasada, tenía 5 kilos menos. "Lo último que te importa en la altura es comer o dormir", aseguró el hombre, quien contó además que una de las jornadas más complicadas fue cuando, junto a Luis, tuvo que sostener la carpa durante toda la noche para que no se volara.
"No fue fácil convencer a los que me rodean de que esto no era una locura. Igual recibí el apoyo de mi familia y de la gente de mi trabajo", dijo.
Pero para Francisco, éste no sólo fue un desafío físico. Desde hace 20 años que es vegetariano y lleva a cabo varias actividades que tienen que ver con el naturismo. Por lo que su conexión con la naturaleza tiene atisbos místicos. "Llegar a esa altura fue un encuentro con mi espíritu. No soy el mismo. Fue un acto sagrado", agregó el hombre que acaba de entrar en un camino que no tiene regreso. Es que ya está planificando su próximo desafío: subir el Aconcagua el año próximo. (Ver video de la llegada a la cumbre en www.diariodecuyo.com.ar).
