Sin dudas, la presencia del papa Francisco durante las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Brasil, dejó mucha tela para cortar. Reflexionar sobre sus mensajes y poner manos a la obra es un desafío para los chicos que llegaron de todas partes del mundo hasta la emblemática ciudad de Río de Janeiro. En ese contexto, la reconocida periodista sanjuanina, Adriana Luluaga, cubrió para Canal 4 ese evento y por supuesto, no se pudo abstraer del magnetismo papal que llama la atención en todo el mundo.
Al hablar de esta experiencia histórica, Adriana cuenta que "era una ilusión. No sólo desde el punto de vista periodístico, sino también desde lo personal. Fundamentalmente el comprobar por mí misma que no estamos solos, que no somos unos pocos, sino que somos muchos. Así fue que nos embarcamos en esta experiencia doble de ir como periodista y peregrina".
En su relato, Adriana expresa que "me encontré con un grupo enorme de periodistas que habían ido, en principio, a cubrir la noticia. Pero, al compartir la experiencia día a día, uno se da cuenta que no sólo cubrían el evento para su medio, sino también que se nutrían de los mensajes papales para ellos mismos. Conversando con con colegas en distintos momentos, se notaba una inquietud especial, que además de periodistas, se convirtieron en peregrinos. Eso fue para mí, muy impactante".
Sin dudas que otro de los hechos que me llamó mucho la atención fue encontrar ese mar de jóvenes de distintas razas, lenguas, culturas. Cada uno portando sus banderas y ropas típicas, pero todos convocados por un mismo líder. No es sólo el papa Francisco hoy, sino, el gran líder, que es obviamente, Cristo. Darme cuenta, que un líder de tamaña magnitud, haya podido convocar a ese lugar de Latinoamérica a Jóvenes del mundo entero. Eso fue para mí lo más movilizador. Evidentemente, alguien que empezó solo, que formó un grupo de doce discípulos, y hoy es lo que es. Una verdad tan irrefutable, que no se puede negar, que llega, aún después de dos mil años, absolutamente actualizado a los jóvenes, precisamente hoy, en el año 2013. Se trata del mensaje que dio en aquella oportunidad y sigue vigente. Y es este mensaje el que convocó a los jóvenes de todo el mundo en ese lugar.
"Esto me lleva a pensar que somos muchos, pero, dónde se nos nota que somos tantos, es trabajar cada uno en el denominado mi metro cuadrado. El Papa insistió mucho con eso, con la acción en el vayan, hagan discípulos, salgan a la calle, accionen. A los curas les dijo: salgan de la parroquia. Vayan al encuentro del otro que tiene sed del conocimiento y que no le llega el mensaje de la Palabra. Creo que eso fue lo más movilizador".
Otro de los momentos de la exposición del Santísimo, donde se hizo un silencio enorme de las tres millones y medio de personas que había ahí. Era increíble la paz que se sentía en ese lugar.
El mensaje cotidiano de Francisco, sin dudas que es tema de análisis cualquier reunión de amigos; Adriana cuenta que "tal cual, lo charlábamos allá. Creo que el papa Francisco tiene un don especial. Cada Papa tuvo su carisma y ha sido seguramente lo que necesitaba la Iglesia en ese momento. Ahora Francisco es una figura simple, sencilla, pero muy profunda. Interpela de tal manera, que pese a que está rodeada de miles de personas, sentís que te da el mensaje a vos, que el mensaje llega de forma particular.
Me contaban los peregrinos, jóvenes de diversas partes del mundo, sobre distintos momentos de oración que surgían al compartir una moneda de plástico con el rostro de Francisco. Cada uno rezaba por las intenciones del otro en su idioma. Era algo increíble. Eso invita a levantar la mirada y mirar al otro, es decir, dejar de ser tan individualista. Cristo fue un revolucionario en su tiempo y siempre fue a contracorriente de los demás".
Claro que influyó muy fuerte la presencia y el mensaje de Francisco en Río de Janeiro, pero también pegó fuerte entre los religiosos. Adriana observó que los sacerdotes, los obispos iban asumiendo el mensaje papal. "Se notaba en sus rostros mucha reflexión mientras escuchaban. Yo los veía que estaban muy atentos a lo que se decía y meditaban cada palabra del Santo Padre".
Por último, la profesional comentó que los jóvenes se fueron de esas jornadas con tanta información que en estos momentos están procesando esos datos, para poder decidir por dónde comenzar.
Adriana Luluaga, una periodista sanjuanina que estuvo presente, en un momento histórico con un Papa argentino.
