Después de tantas desventuras parece haber cambiado la cara de la taba en Unión. Ahora, sobra el optimismo desde lo futbolístico, lo físico y lo económico. Ayer, el plantel que conduce Marcelo Laciar entrenó con el mejor clima ya que todos los integrantes pudieron trabajar normalmente, dejando atrás el oscuro panorama que se había planteado después de las lesiones que diezmaron al equipo en Sunchales. Todos están a las órdenes del técnico y hoy, desde las 16, cuando se realice la práctica de fútbol formalmente, quedarán definidos los titulares que el sábado, desde las 15,30 y con el arbitraje del riojano Gustavo Reinoso, definirán el paso a las finales del Torneo Argentino B.
Para el técnico Laciar no parece haber demasiados misterios y con el plantel a disposición, se inclinaría por el mismo modelo (4-4-2) y los mismos nombres que arrancaron contra Unión Sunchales: Lucero en el arco; González, Rudisi, Figueroa y Londero en defensa; Olivari, Décimo, Natalicchio y Sánchez en el medio; Sacripanti y Acevedo. Hoy, esto quedará confirmado cuando realice la práctica formal.
En lo dirigencial, las noticias son más que alentadoras para el equipo ya que hoy se les cancelará otra parte de la deuda que existe y eso no ha hecho más que distender las relaciones que en un momento se tensaron demasiado. Además, el plantel disfrutó de una cena en una conocida parrillada de la provincia en la noche del martes que fue un agasajo del abogado César Jofré, a modo de reconocimiento por lo que han logrado pese a tantas dificultades en este último y decisivo tramo del certamen.
Con este panorama, el discurso de Laciar sigue siendo el mismo: “Estamos bien. Mejoraron muchas cosas pero siempre mantuvimos la concentración en lo que será la revancha. Unión Sunchales es muy duro y no podemos pensar en que esto ya está resuelto. Queda un paso más y sabemos que no hay margen de error para llegar lejos”.
