En la fecha se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), o la "’epoc” según los últimos dictados gramaticales al considerarlo un término común, como el sida, ante el avance de una dolencia que se proyecta como la tercera causa de muerte en el mundo para 2030, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
La epoc está asociada al tabaquismo y a la exposición a ambientes contaminados con gases y humos tóxicos, en ámbitos laborales o áreas donde incide la polución ambiental. Este problema de salud estaba en la sexta posición con 2,2 millones de muertes anuales en 1990, desde que se detectó su crecimiento en las naciones desarrolladas, tras lo cual los organismos sanitarios mundiales hicieron un seguimiento para establecer la tendencia de la mortalidad en hombres y mujeres.
Si bien la epoc puede tener un origen genético, de lo que no existen dudas es de la incidencia del cigarrillo en el deterioro de la función pulmonar y no sólo del fumador sino de su entorno familiar, caso de los niños convertidos en fumadores pasivos y predispuestos a padecer bronquitis crónica de adultos.
La crisis se agudiza con el monóxido de carbono y el óxido de sulfuro procedentes de la combustión de los hidrocarburos en los automóviles, con irritación de las vías respiratorias y dificultades en el transporte del oxígeno al cuerpo. La bronquitis crónica, de hecho, es dos veces más frecuente en las zonas industriales y en grandes ciudades, agudizando los efectos nocivos del tabaco.
Pero esta enfermedad es prevenible y tratable, si se toma conciencia de la gravedad del tabaquismo, y se respetan las normas que protegen a los no fumadores.
