Amontonados en las veredas y esperando por más de 40 minutos a que los soldados les permitieran ingresar al establecimiento para votar, el malestar de los votantes se hizo notar en algunos establecimientos de Pocito, incluso hubo algunos encontronazos. Fue en las escuelas Rabindranath Tagore y el CENS Anexo de Pocito donde hubo un criterio de seguridad diferente al resto de la provincia aplicado por efectivos mendocinos. Desde el Comando Electoral, que depende del Ejército, dijeron que ese modo de ingreso no había sido una orden impartida por ellos por lo que iban a verificar lo sucedido.

“Es una vergüenza. Nos tienen como vacas”, dijo Mirta González, que junto a su hija embarazada y su hermana discapacitada tuvo que esperar casi una hora para ingresar al CENS, aunque el interior del establecimiento estaba casi vacío. Según lo que dijeron los soldados que estaban custodiando el lugar, ellos mismos decidieron el modo de ingreso para que no hubiese amontonamiento dentro de las escuelas. “Acá decido yo. Y me pareció lo mejor. En otros puntos del país se hace así”; dijo un soldado mendocino que estaba en la Tagore y que no quiso dar su nombre. En este establecimiento, cerca del mediodía, había un centenar de personas apostadas en la vereda, tras las rejas. Allí hacían ingresar al votante según el número de mesa, por lo que causó enojo en muchos ya que ni siquiera se respetó el orden de llegada. Mientras que en el CENS, el ingreso se hizo según la inicial del apellido. En ambos establecimientos hacían entrar a la gente en grupo de a diez. No tuvieron en cuenta la prioridad de ancianos, discapacitados o embarazadas.