El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, reiteró ayer al jefe de gobierno porteño Mauricio Macri el malestar de la Iglesia por su decisión de no apelar el fallo de la jueza Gabriela Seijas, que habilitó a una pareja de hombres a contraer matrimonio.
"El cardenal Bergoglio le reiteró que, al no apelar el fallo de la jueza en lo contencioso administrativo sobre el matrimonio de personas del mismo sexo, había faltado gravemente a su deber de gobernante y custodio de la ley", aseveró el arzobispado de Buenos Aires en un comunicado sobre la reunión que ambos mantuvieron ayer, a solas, en la curia metropolitana.
En un escueto texto, el arzobispado recordó que "la Constitución y los Códigos nacionales no pueden ser modificados por un juez de primera instancia", en alusión a la magistrada que dictaminó la inconstitucionalidad de dos artículos del Código Civil para permitir el matrimonio homosexual.
