Cómo sostener la manguera para apagar incendios. De qué manera agarrar una pala y un rastrillo para cavar un pozo lo más rápido posible. Y otras varias medidas de seguridad para no salir lastimados durante un incendio forestal, son algunas de las técnicas que aprendieron ayer unos 20 soldados del RIM 22. Fue en una capacitación que se llevó a cabo durante varios días y que ayer terminó con un simulacro, cerca de El Pinar. El curso fue dictado por personal del Sistema Federal de Manejo del Fuego, de la Secretaría de Ambiente de la Nación. También participó gente de Defensa Civil, alumnos de la carrera de Guardaparques y Bomberos Voluntarios de San Juan.
Esta capacitación fue dictada para que los soldados colaboren con los bomberos en incendios forestales, que son comunes en San Juan cuando hay viento Zonda.
El simulacro largó pasadas las 11,30. Con sus uniformes verdes y prestando mucha atención a Carlos Heider, el coordinador, los soldados comenzaron con las prácticas. Lo primero que tuvieron que hacer fue cavar una zanja. Con las herramientas en la mano y uno tras otro, a unos 3 metros de distancia para no chocar los elementos, arrancaron. Algunos con palas, otros con rastrillos y los demás con azadones hicieron en menos de 20 minutos una canaleta de 20cm de ancho, con una profundidad de 20cm, a lo largo de 4m. Esto suele ser usado para que el fuego de los incendios no siga avanzando. Además, colocaron en esa canaleta explosivos para que derribaran un árbol, también con la intención de apagar las llamas imaginarias. ‘¡Todos al suelo! ¡A la cuenta de tres se va a detonar el explosivo!‘, gritó uno de los soldados y a los pocos segundos una nube de tierra y un ruido ensordecedor invadieron la zona, mientras que todos los presentes miraron desde el suelo. Pero el árbol no cayó. Luego fue el turno del agua. Los soldados siguieron a los bomberos, que les dieron instrucciones de cómo sostener la manguera. Y lo que en un primer momento les pareció sencillo se volvió complejo. Se tuvieron que sostener unos a otros para no caerse por la presión con la que trabaja la manguera y hasta fueron ayudados por las bomberas para que apuntaran bien el agua hacia la supuesta zona con fuego.
