El deporte y los estudios son herramientas que sirven para el desarrollo de las personas, sin necesidad de renunciar a una de ellas para lograr superarse en la vida. Entre tantos ejemplos, dos de ellos son notables, por el hecho de ser ídolos futbolísticos sanjuaninos y hermanos. Se trata de Santiago y Lucas Ceballos. El primero es delantero de Sportivo Desamparados, en la B Nacional. El joven de 26 años de edad está a tan sólo dos materias para recibirse de ingeniero Industrial, en la UNSJ. Mientras, su hermano Lucas, de 25, es defensor en el Club Godoy Cruz, de Mendoza, que milita en la primera División de AFA; el muchacho es profesor de Educación Física. Ambos practican fútbol desde niños. Esa actividad tampoco les impidió ser abanderados en la escuela primaria, a tal punto que Santiago le entregó la bandera nacional a Lucas. En diálogo con Revista ¡OH! cuentan sus experiencias y coinciden en que es necesario poner buena voluntad y sacrificio para superarse.

– ¿Cuáles son las claves para llevar adelante los estudios y la práctica deportiva?
(Santiago Ceballos): – Creo que el apoyo de la familia es fundamental. Mis viejos siempre nos indicaron que lo principal es el estudio, así es que tratamos de llevar la carrera con ganas y responsabilidad. En medio de ambas actividades hay muchos sacrificios, como cuidarse, evitar salidas nocturnas, justamente para poder estar bien en el deporte e ir estudiando. Uno tiene que tener claro qué quiere. La forma de llevar una carrera adelante es cuidándose y tener una vida ordenada. Pienso que el deporte ayuda.

(Lucas Ceballos): – Creo que las claves son la responsabilidad, el sacrificio, el compromiso, la pasión por lo que uno hace y las ganas de progresar. Cuando uno realmente quiere hacer algo,en mi caso recibirme de profesor y al mismo tiempo ser jugador de fútbol, tiene que tratar de llevar una vida ordenada, priorizando el estudio por sobre el deporte,como así también, poner lo mejor de uno mismo en cada actividad diaria.

– ¿En qué beneficia el deporte a los estudios?
(SC): -La disciplina, el orden y las ganas que uno tiene que tener ayudan para obtener logros. Uno tiene que renunciar a excesos y buscar una vida salubre para dedicarse al deporte y esa práctica ayuda en los estudios. Pienso que el deporte aporta a tener una vida sana, uno encuentra un lugar para despejarse, lo que ayuda mucho al momento de ponerse a estudiar.

(LC): – Creo que son dos actividades que pueden complementarse y que aportan valores tales como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad, el compromiso, entre otros. El deporte puede ser usado como un incentivo para que el niño o adolescente siga adelante con sus estudios. Si bien el deporte aporta muchas cosas positivas para el crecimiento y formación de una persona, es la educación la que permite una formación integral del ser humano y la que permite que cada individuo afronte el mundo que le rodea con la libertad de poder elegir y que nadie pueda imponerle nada.

– ¿Qué consejos le darías a niños y adolescentes para llevar adelante ambas carreras?

(SC): – Uno puede mirar al deporte como una escuela de vida, ya sea colectivo e individual. El entrenamiento es disfrutar, trabajar en equipo, sacrificarse. La actividad te va enseñando las distintas etapas; a ganar y perder, cómo enfrentar estas situaciones, el volver a intentarlo, como sucede en los estudios y en las distintas áreas de la vida.

Hay que esforzarse y exigirse para obtener logros, ya sea en el deporte y los estudios.

Mi consejo es más para los padres. Que apoyen a los chicos en la práctica deportiva, sin presiones y que ellos descubran la importancia de compartir, de disfrutar en un club, de tener un grupo de amigos y de aprender valores que los ayuden en los estudios. El triunfar en el deporte está atado a circunstancias, que justo te vean cuando estás jugando bien, que el entrenador te quiera poner, que el equipo donde estés le vaya bien, etcétera. En cambio los estudios que te da una herramienta para trabajar, que te hace crecer en lo intelectual y social, te lleva a entender muchas cosas de la vida.

(LC): – Mis humildes consejos para los niños y adolescentes son que se pueden realizar estas dos actividades, con mucho esfuerzo, sacrificio, humildad. Siempre hay que luchar por conseguir los sueños, y disfrutar del camino que se recorre para lograrlos.

– ¿Qué hay que sacrificar para poder cumplir con los objetivos de estudios y deportes?
(SC): – Yo he tenido la gracia de Dios de tener una familia muy unida que siempre me apoyó. El mundo hoy muestra la cultura del facilismo. No se habla de sacrificio. A veces hay que sacrificar momentos de diversión para estudiar. En la vida el tiempo es lo más preciado, si lo dejamos pasar, te pesan a lo largo de los años.

(LC): – En mi experiencia personal, por el estudio y por el deporte me perdí muchos cumpleaños, salidas nocturnas, eventos familiares (casamientos, fechas especiales) y de amigos. Hoy no me arrepiento de nada y agradezco a mi familia el haberme educado de la manera en que lo hicieron.

– ¿Cómo ves la posibilidad de que en los clubes pidan certificados de rendimiento escolar para practicar deportes y ayudar a los que tienen problemas?

(SC): – Es muy importante el pensamiento de un gran entrenador como Carlos Griguol, que apoyaba a los chicos para que además de jugar, estudien. Si vos encontrás la relación directa que hay entre el estudio y tu capacidad de aprovecharte intelectualmente es posible que empieces a llevar esas cosas a la cancha y seguramente te va a ayudar. Estoy de acuerdo totalmente. Esto daría a entender que aquellos que andan mal en notas, se los pueda ayudar en el mismo club, si es posible.

(LC): – Me parece muy buena idea, pero no debería quedarse en eso solamente. Seria muy útil que se planteara una política educativa donde sea el deporte un medio en el cual los niños y adolescentes encuentren un lugar y una manera de disfrutar de esta hermosa etapa de la vida (niñez y adolescencia) y que a su vez los mantenga alejados de muchos vicios y peligros (como las drogas por ejemplo) que hay en nuestra sociedad.

– ¿Qué opinás sobre los padres que exigen a sus hijos para que triunfen en el fútbol u otras disciplinas con la idea de salvarse económicamente?
(SC): Creo que es un gran error de algunos padres. A los chicos hay que dejarlos ser y que se diviertan practicando deportes. Que encuentren esta actividad el lugar para despejarse. Creo que si les gusta y se encuentran en un deporte los padres tienen que apoyarlos, pero justamente a muchos jugadores les pasa eso. Tienen muchas condiciones, pero viven presionados y se perdieron de vivir muchas cosas por esa presión que les pusieron desde niños. Lo más importante es que la familia contenga al niño y al adolescente.

(LC): – Creo que lo fundamental en el niño es que tenga la posibilidad de vivenciar la mayor cantidad de experiencia deportivas durante su niñez, lo cual será muy beneficioso para su vida. Es importante también, que los padres apoyen estas vivencias y no presionen a sus hijos con resultados, ya que muchas veces, al no obtener resultados, las consecuencias en los niños y adolescentes son catastróficas y llevan a la deserción deportiva y a un sentimiento de frustración.

– ¿Qué ha sido lo más difícil de reconciliar al llevar dos actividades a la vez?
(SC): – Sin duda el factor tiempo, hay que dejar cosa de lado si se quieren obtener logros en lo deportivo y en los estudios. En el club también me entendieron y me daban permiso para rendir materias. Igual no me dejaba estar, no quería dejar espacios libres y siempre traté de cumplir a la hora de entrenar con el equipo y estudiar.

(LC): – Muchas veces el factor tiempo nos juega una mala pasada, ya que con los dos actividades se reduce el margen del mismo, pero cuando hay voluntad, ganas y amor, todo es posible.

– ¿Cuánto tiene que ver la familia en llevar adelante esta tarea?
(SC): – Mucho. Mis viejos me ayudaron bastante. Por ejemplo, cuando estaba en una pretemporada y tenía que ir a rendir, me buscaban, me llevaban a la Facultad, rendía y volvía a la concentración con el equipo. Eso entre tantas cosas.

(LC): – Creo que la familia ocupa un lugar primordial en este camino. Gracias a su amor, apoyo, contención, enseñanzas, vivencias, experiencias, es que pude ir de a poco logrando los objetivos que me propuse, no sólo en lo educativo, sino también en lo deportivo. Así que a mi entender la familia debe ser la base y el sustento de cada persona.