Esta vez, le cambiaron libreto para marcarlo. Nigeria le hizo zona, Corea marca escalonada y Grecia decidió marcación personal. Messi no brilló pero dejó destellos que lo pusieron otra vez en la cúspide de lo mejor del partido. El gol, su gol, no llega pero está cada vez más cerca. Pero Lio, ahora capitán del seleccionado, lo asume maduro pero se queja: "El árbitro favoreció el juego sucio no dejó que nosotros jugásemos al fútbol y hiciésemos las cosas como veníamos haciéndolas", afirmó el rosarino.
Agregó que tuvo un marcaje individual los 90 minutos, lo que le impidió desplegar su juego, por lo que se recostó hacia una banda para dejar más espacios en el centro del campo y poder disponer de alguna acción de uno contra uno.
"Intento buscar lo mejor para mis compañeros. No me interesa cómo me marquen, sino que el equipo siga ganado", dijo.
En cuanto a su "mala racha", Messi señaló que no le preocupa que no llegue el gol, aunque reconoció que le gustaría marcar.
El rosarino dijo que "fue muy especial" llevar el brazalete de capitán por primera vez. "Desde que lo supe que iba a ser capitán fue muy lindo y así lo viví. Tuve el apoyo de mis compañeros, fue una experiencia más", agregó.
