Sin despegarse de su guitarra ni un segundo y contagiando ritmo tanto a sus coreutas como al público, Ernesto Guardia hizo sonar su música en las Cavas de Zonda. Algo que sabe hacer muy bien, porque dirige coros desde hace más de 20 años y su vida está indisolublemente ligada a la música, desde su adolescencia. “Pidan cueca, zamba, lo que ustedes quieran”, ofreció al público con su simpatía de siempre. Y sin hacerse de rogar, junto a las integrantes del coro Santa Gema, desandó su repertorio de folclore cuyano pero también de otros ritmos latinoamericanos, sin negarse a los pedidos de bis. “¿Saben cuántos años tiene esta señora?”, bromeó antes de presentar a una de sus coreutas, de 84 años de edad. Y como cada vez que se presenta, demostró que para cantar, lo único que hace falta es tener ganas y disposición para hacerlo.