-¿Qué siente al pisar este edificio terminado?
-Es un orgullo, como argentino, como sanjuanino, como cabeza de un equipo que se tomó en serio esto de la Reconstrucción de San Juan, como responsable de conducir una provincia que a lo mejor le faltaban motivaciones para sentirnos orgullosos, y cuando estas cosas pasan uno se siente feliz porque se va cumpliendo con promesas, con cosas que tienen que ver con la historia de los sanjuaninos. Porque cuando San Juan se cae en el ’44 el Gobierno se instala donde estaba la Escuela de Enología y con la promesa de hacer la Casa de Gobierno a los pocos años pero el tiempo pasó y pasó y recién en los ’70 se empieza a construir esto. La mayor parte de la obra gruesa la hizo Eloy Camus.
-¿Ese es el recuerdo más antiguo que tiene del Centro Cívico?
-Yo me acuerdo de esa época de venir con Don Eloy a inspeccionar esto, cuando hormigonaban alguna cosa, era una cosa muy incipiente, los hierros, los inicios de esto. Después con el golpe del ’76 había un encofrado y se produjo el incendio y muchos creyeron que se afectaba la estructura pero, afortunadamente, no lo hizo. Después vino el terremoto del ’77 y también se creyó que afectó pero se estudió bien y no hay ninguna anomalía. Y después, nada, el monumento a la desidia.
-¿Y cuándo fue el momento que usted se dijo "voy a terminar el Centro Cívico"?
-Era fines de 2004 y vino el ministro Julio De Vido y el secretario de Obras José López y los íbamos llevando desde Casa de Gobierno al aeropuerto y nos paramos acá y les mostramos ésto. Y la verdad que Julio De Vido siempre tuvo buena predisposición, López estaba un poco más remiso y decía "¡Pero ésto es muy grande!". Entonces yo le dije: "dejame trabajar en una ecuación financiera que la provincia ponga, que la Nación ponga…" y así se armó un fideicomiso que es estudiado por otros por lo prolijo que es. Lo llamé a De Vido, yo no le había dicho a nadie acá, porque nadie creía, y con razón… Y le digo "¿Puedo anunciar?" y me dijo "Sí, anunciá".
-Y antes de hablar con De Vido, ¿cuándo se le pasó por la cabeza reiniciar la obra?
-Cada vez que pasaba por acá, decía que no podía ser. Cuando veía que querían hacer otra cosa acá que no era el Centro Cívico, me daba bronca, en serio. Porque decía que no puede ser que esté todo el Gobierno disperso, tiene que haber un lugar como en los grandes países del mundo.
-¿Nunca lo vio como un hospital, como un hotel 5 estrellas?
-Nunca. Incluso después que anuncié que licitábamos, apareció un tipo con unos inversores que quería hacer un shopping y yo le dije que no. Esto era un poco una obsesión. Yo lo veía cuando me iba a mi casa desde la Avenida de Circunvalación, una mole de hormigón, y decía, tiene que cambiar… Y acá está, cambiado.
-¿Y para su gestión qué significa?
-El Centro Cívico dejó de ser un monumento a la desidia para ser el monumento de la recuperación de los sanjuaninos. Es el mejor síntoma de recuperación de los sanjuaninos. Es una obra que tiene que ver con el pasado, el presente y el futuro de los sanjuaninos.
-¿Y al ver esto tan lindo no le da ganas de mudarse?
-La verdad que no. ¡¡¡Me han dicho taaanto!!! por qué no hay que venirse. Primero porque parte de la historia de San Juan está allá, segundo que es un parque muy lindo, y alguna vez no lo voy a hacer yo, pero alguna vez habrá que hacer allá una residencia para el gobernador, como hay en otras provincias.
-¿Entonces ratifica que no se va a mudar?
-No me voy a venir. El que quiera venirse después, que venga. Incluso está el salón (mayor, de eventos) así con posibilidad de que el que venga lo transforme en oficinas si quiere.
-¿Qué uso le van a dar a las oficinas que quedarán desocupadas en el complejo de avenida Paula Albarracín?
-Ahí la idea es hacer una especie de museo, un salón de exposiciones. Allá quedará funcionando la Secretaría General, la Guardia de Infantería y el despacho del Gobernador.
-¿Qué mensaje le deja a los sanjuaninos con esta obra?
-Que se puede, que no podemos volver más al pasado, que debemos ser tolerantes. Con esto tenemos que decir que los sanjuaninos pudimos.
