Es reconocido por su profesión como por su solidaridad que ya traspasan fronteras argentinas. Pese a esto, dijo que su mejor recompensa es saber que le hace el bien a todos por igual sin distinción de clase. Es Fabio Bartucci, el oftalmólogo del papa Francisco, quién recorre el país y el mundo para atender gratis a la gente de escasos recursos y vulnerable. El próximo sábado 25 de noviembre, llegará a San Juan para brindar atención gratuita a la comunidad educativa de la Escuela de Educación Especial de Ullum.
No recuerda el momento de su vida en el que convergieron ambas pasiones, aunque tiene en claro que fue mucho antes de 1996 cuando se graduó de oftalmólogo y comenzó a trabajar en Buenos Aires. Es que su sueño era seguir esta profesión, pero devolviendo ‘al país y a su gente’ parte de lo recibido. ‘Siempre fui un estudiante de escuelas públicas, incluso las carreras de Medicina primero, y de Oftalmología después, las hice en una universidad pública. Entonces sentí la necesidad y el compromiso de devolver parte de todo lo recibido. Por eso es comencé con las campañas humanitarias, aunque la solidaridad es algo que traigo de familia y que fui mamando en casa’, dijo Bartucci.
Tras trabajar varios años en hospitales públicos de Buenos Aires, y también en el ámbito privado, logró abrir su propio Centro de Investigación y Tratamiento Oftalmológico (CITO) donde comenzó a recibir a pacientes famosos entre los que figuran Messi, Tinelli y hasta el para Francisco. Paralelamente creó la Fundación Iberoamericana de Oftalmología, que ahora también se llama CITO, para comenzar con las campañas humanitarias que incluyen la atención gratuita de pacientes de escasos recursos en todo el mundo. Y sin hacer distinciones. ‘Hemos realizado las campañas humanitarias en diferentes provincias, en países limítrofes y hasta en África, atendiendo a personas de escasos recursos con la misma profesionalidad con que atendemos a un famoso. Los pacientes famosos son una consecuencia, y sus ojitos son tan importantes como los de cualquier otro, sin privilegia alguno. Lo importante es que yo trato de atenderlos a todos por igual, y eso es lo que quiere dejar como legado. Creo que lo estoy logrando’, sostuvo el especialista.

Bartucci dijo que en un inicio, las campañas humanitarias contaron con la participación de un reducido equipo de profesionales. Pero que, actualmente debe ‘dejar afuera’ a varios, ya que son muchos los oftalmólogos que se inscriben para participar de las mismas. ‘Lo que me gusta de esto es el hecho de que colegas se sumen a esta cruzada por motus propio. Es un efecto contagio que se convierte en una caricia al alma’, dijo.
La misma sensación, dijo Bartucci, experimenta cada vez que atiende al Papa, al que considera uno de sus pacientes más obedientes. Se refirió a él en tiempo presente porque aún lo sigue atendiendo. ‘Empecé a atender a Francisco en Buenos Aires en su época de Cardenal. Cuando fue elegido Papa me mandó a llamar para que viajara a Roma y lo siguiera atendiendo, hasta ahora’, contó Bartucci.
Ayer justamente, el oftalmólogo partió rumbo al Vaticano para atender al Papa en una consulta rutinaria de control. Y dijo que se quedará sólo hasta mañana porque tiene otro compromiso asumido: llegar el próximo 25 de noviembre a la Escuela de Educación Especial de Ullum para atender gratis a toda la comunidad educativa.

Bartucci y un equipo de 8 especialistas más atenderán ese día de 8,30 a 16 y como si estuvieron en su clínica, ya que traerán toda la aparatología necesaria para realizar los estudios oftalmológicos. ‘Estas campañas son muy importantes para detectar a tiempo enfermedades oculares que son asintomáticas, como la llamada ojo vago, en la que el ojo, sino es tratado a tiempo sólo llega a desarrollarse en un 30 a 40%. Y ese niño cuando crezca tendrá sólo ese porcentaje de visión’, explicó el médico.
Pero no sólo aparatología y medicamentos trasladarán hasta Ullum en las camionetas especialmente preparadas para tal fin. También traerán ‘regalos extras’ para los chicos. ‘Les llevamos golosinas, zapatillas y útiles para entregarles. Es que sentimos un afecto especial por San Juan, ya que fue uno de los primeros destinos de nuestras campañas humanitarias, allá por el 2015, gracias al apoyo y colaboración de la Fundación Solydar, de Susana Mercado. Por eso es un placer volver de tanto en tanto a esa provincia’, sostuvo.
