San Juan, 4 de marzo.- A María Luisa De los Ríos, de 61 años, la vida le está poniendo una piedra tras otra. Es que a los retirados episodios de epilépcia que le toca vivir y un cuadro de psicosis crónica, se le sumó la separación con su marido, con el agravante que éste es el apoderado y le maneja la pensión, y hace dos años no le pasa un peso, según denunció uno de los hijos que tienen en común, Manuel López (28), quien también llevó el caso a la Defensoría de Pobres y Ausentes.
Es justamente Miguel quien debe hacerse cargo económicamente de su mamá, además de vivir con ella. "Trabajo en la construcción, estoy en negro, apenas llegamos con la plata. Si la pensión es de mi vieja, ¿por qué nadie se la saca a mi padre?", contó Miguel, que a consecuencia de esta situación ya no se habla con su padre.
La mujer hizo una exposición policial por abandono de persona contra su marido, y su hijo encaró gestiones ante la Defensoría de Pobres y Ausentes para que la pensión, de 2.100 pesos, vuelva a su madre, pero todavía no tuvo éxito.
