-¿Por qué comienza a movilizarse el interés en proyectos mineros a menor escala?
-No es un hecho nuevo que en ambiente de precios en baja, o con situaciones de mercado con aversión al riesgo, se trate de privilegiar proyectos de corto o mediano alcance por encima de los proyectos de mayores costos y mayores inversiones. Lo que se evidencia es un mayor y mejor control de los presupuestos en los casos de proyectos de menor escala, con menores tiempos de construcción y tasas de retorno que puedan mejorar por reducción de costos iniciales.
-¿Cuál es el impacto a corto plazo?
-Estimo que no hay grandes novedades ni impactos importantes al corto plazo. Lamentablemente, más allá de la reducción de presupuestos constructivos y una mejora en el aspecto financiero en algún que otro proyecto, nada en minería es de corto plazo, ni los inversores pretenden aprovechar cortas ventanas competitivas. Es prácticamente imposible prever con certeza los vaivenes de los mercados en estas épocas. Lo que si es importante para una provincia como San Juan, es que hayan mas minas y mas proyectos en construcción en forma simultánea antes que pocos proyectos de gran envergadura y largo plazo constructivo. Esto por una cuestión de competitividad y de posibilidades de inserción en minería de menor escala que en megaproyectos.
-¿EstA tendencia llegó para quedarse o sólo se mantendrá por el tiempo que dure la retracción del precio de los metales?
-Nadie puede predecir el ciclo de los precios de metales y menos aún, en la situación financiera y geopolítica que vive hoy el mundo. Están desapareciendo las “posiciones” globales, los alineamientos geopolíticos conocidos van cambiando con muchas variantes y alternativas. Solo podemos depender de nuestra propia política ante los desarrollos, que en Argentina hoy está bastante compleja, con provincias mineras y otras antimineras, con legislaciones que se modifican con decretos de urgencia, con normas antojadizas y menoscabo a la seguridad jurídica. En fin, hoy creo que sería mucho más lógico y conveniente pensar en cimentar la industria mostrando al mundo cierta coherencia y apego a lo que se prometió para la industria minera al largo plazo; que aparecer como un país con aspectos políticos conflictivos y altisonantes.
-¿Se sientan las bases para un nuevo modelo minero a futuro? ¿Se acabó el tiempo de los megaproyectos?
-Habrá que adaptarse a los mercados y a las condiciones que imperen en el mundo. Pero hay que tener claro que la versatilidad para adaptarnos a situaciones extremas viene acompañada de una industria fuerte y con variadas posibilidades. Hoy tenemos muchos proyectos y prospectos que han desacelerado sus planes por razones financieras, pero donde las contradicciones del país han jugado un rol importante. Si deseamos concluir con más proyectos factibilizados y más posibilidades, debemos potenciar la exploración, el avance del conocimiento y alentar con normas claras la industria y no aprovecharla como si fuera una actividad madura y definitiva en el país. Somos un país potencialmente muy importante para la minería mundial, y que cuando cambiamos la institucionalidad legal y usamos conceptos cortoplacistas, solo estamos vulnerando nuestro futuro.
