La falta de electricidad y el intenso frío habían provocado que todos se fueran más temprano a la cama, alumbrados por una vela. Así es desde hace un mes en esa precaria vivienda de adobes con techo de cañas y palos, pues se quedaron sin el suministro al no tener cómo pagar, dijeron. El problema es que esa vela generó un incendio que dejó a una familia completa en la calle.
Según la dueña de esa casa en Villa del Carril (Capital), Mónica Quiroga (40), el desastre se inició minutos después de las once de la noche del viernes. En segundos reinó la desesperación y la confusión, que se hicieron mayores cuando Mónica notó que le faltaba el menor de sus hijos, de 5 años. Entonces no lo dudó; se volvió a meter a la casa para rescatarlo y lo encontró en la cucheta en la que el niño aún dormía.
Salvó al niño, pero pagó un costo: una llamarada como una explosión, le quemó el rostro, el ojo izquierdo y el brazo del mismo costado, miembro en el que las quemaduras resultaron más graves, explicó ayer.
"Me estaban subiendo a la ambulancia cuando venían los bomberos, pero cuando llegaron ya todo se había quemado, hasta los palos del techo se habían caído", dijo la mujer ayer, angustiada, porque todos quedaron con lo puesto y sin un techo donde protegerse.
Entre los daños, también se incluyeron los medicamentos para su hijo de 8 años que sufre de asma: "son Optamox Dúo, Meprednisona, las aerocámaras y el salbutamol", puntualizó.
