No pasó mucho tiempo desde que Piñón Fijo visitó por última vez San Juan. En agosto del año pasado, el famoso payaso puso fin a una larga ausencia con una presentación gratuita y multitudinaria en el Estadio Cerrado, como broche de oro de los festejos por el Día del Niño organizados por el gobierno provincial y la comuna capitalina. Sin embargo, cualquier espera es larga para los bajitos que siguen coreando su "chu chu ua", prendidos a esa poderosa pantalla de televisión que lo sacó de su Córdoba del alma -donde comenzó como artista callejero- y lo convirtió en un fenómeno nacional. Expectativa que seguramente quedará satisfecha el próximo martes, cuando Piñón (que, por la ley de medios que obliga a tener programación infantil, volvió a la pantalla del 13 -y del 😎 se reencuentre con todos ellos, otra vez en el Estadio Cerrado. Ese será el punto de encuentro donde los fans sanjuaninos del simpático payaso podrán revivir clásicos y también aplaudir las novedades que armó para su nuevo espectáculo, que incluye nuevas canciones (que se pueden descargar gratis de su web www.pinonfijo.com.ar) y que llevará luego a Capital Federal.
– Después de aquel furor mediático de 2002, ¿sentís que perdiste presencia?
– Estamos hablando de un lapso de casi 10 años y sí, seguramente, en ese tiempo se dan altibajos de la presencia en los medios. Es una decisión no estar en los medios a cualquier precio, porque lo que he buscado siempre ha sido la exposición para decir algo a los niños y a la familia, sobreexponerse sin contenidos es atentar contra este oficio que amo.
– ¿Cómo es el reencuentro con ese público que no te ve hace tiempo, o con quienes nunca te vieron en vivo?
– Cuando llego a un lugar donde no me conocen mucho o donde pasé mucho tiempo sin visitar, disfruto muchísimo la posibilidad de sorprender a cada paso, porque todo lo que uno hace es nuevo. Nuestro show está en estado de gira permanente y siempre estamos probando cositas nuevas para emocionar y sorprender, así es que si regresamos a un lugar después de un tiempo tenemos un bagaje de gags, canciones y puesta que llegan en forma aceitada.
– Tu vida hoy es más tranquila ¿Volverías a salir en vivo desde Buenos Aires? ¿Extrañás esa maquinaria?
– Siempre intento que mi vida sea tranquila, siempre estoy agradecido de lo que me toca vivir, seguramente si tengo que vivir nuevamente esa experiencia lo haré agradecido y aplicando lo aprendido.
– ¿Qué fue lo mejor que te dejó? ¿Y lo que te sacó?
– Lo mejor, la experiencia acumulada, el cariño intacto del público a pesar del tiempo transcurrido, las puertas abiertas que quedaron. Y lo peor… soy de los que transforman lo no muy lindo en aprendizaje, lo cual con tiempo y paciencia termina siendo positivo.
– ¿Planificás tu futuro? ¿Los chicos seguirán creciendo con Piñón como lo hicieron, por ejemplo, con Carlitos Balá?
– Ojalá, es un sueño hermoso. Hace 21 años que soy Piñón y a veces me siento payaso-abuelo cuando viene un papa veinteañero que fue mi público, con un bebé en sus brazos.
– ¿Cómo se hace para, después de tantos años, mantener intacta la magia y no repetirse?
– No tengo fórmulas, la primera intención es seguir siendo feliz con lo que hago, creo que es el motor para intentar dibujar una sonrisa en las otras personas. Mientras disfrute de lo que hago, voy a seguir buscando nuevas ideas para divertirme e intentar entretener.
– ¿Y seguís sin considerar la posibilidad de revelar tu rostro frente a los chicos?
– No es una estrategia ni una decisión artística. Es que trato de respetar la magia y la ilusión de los niños hasta que ellos lo decidan, todo esto con la complicidad de los adultos por supuesto.
– De tus referentes o ídolos ¿Con quién te gustaría compartir un show en vivo?
– Lo hice con Carlitos durante dos años y fue un regalo de la vida, una señal hermosa para terminar de entender que este oficio va en serio. Y me quedé con ganas de conocer personalmente a María Elena Walsh, para tomarle las manos, mirarla a los ojos y decirle: gracias.
